COAG Murcia ha mostrado su indignación con un presunto caso de abusos sexuales en una explotación agrícola de la Región y ha exigido que todo el peso de la ley caiga contra el encargado que abusaba sexualmente de estas trabajadoras agrarias

«Es del todo inadmisible que el capataz, de nombre Mimoune, de una finca de La Palma, haya violado a sus trabajadoras marroquíes sin que caiga de inmediato sobre él todo el paso de la ley», señala la organización, que quiere sumarse a la denuncia hecha por CCOO a raíz de la investigación que ha dado como resultado la detención de este presunto violador, cuya ocupación era la de ofrecer a las marroquíes que buscaba para su cuadrilla de jornaleras, por una jornada de ocho horas de trabajo en explotaciones agrícolas del Campo de Cartagena, 13 míseros euros, sin cobrar horas extraordinarias ni cotizar a la Seguridad Social porque no estaban dadas de alta.

A lo que se suma que estas trabajadoras debían soportar supuestos abusos sexuales, incluso violaciones, razón por la que el lunes el Juzgado de Instrucción número 1 de Cartagena ordenase el ingreso en prisión de Mimoune en la cárcel de Sangonera la Verde.

COAG también reclamó más medios a la Inspección de Trabajo sobre las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) que vulneran la legislación al contratar como intermediarios «a estos indeseables que explotan a mujeres inmigrantes en situación de extrema vulnerabilidad en la Región de Murcia, haciéndolas trabajar sin contrato y con sueldos miserables pagados en dinero negro, a mano, y muy por debajo del convenio colectivo y cometiendo abusos sexuales».

COAG pide a los agricultores «que extremen el control cuando solicitan trabajadores a través de las ETT, evitando con ello que estos comportamientos tan miserables pongan en tela de juicio al propio sector agrario y colaboren en la persecución de estos delitos que tanto repugnan a nuestra sociedad».

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