El secretario internacional de UPA, José Manuel Roche, se ha dirigido, en un encuentro telemático en la sede (virtual) del COPA-Cogeca, al nuevo director general de Agricultura de la Comisión Europea, el alemán Wolfgang Burstcher. Roche le ha explicado la inquietud de los agricultores y ganaderos ante los planes de futuro de la Comisión, como son la estrategia De la Granja a la Mesa o el Green New Deal o Pacto Verde Europeo, a la vez que reinvindicaba que «los agricultores y ganaderos europeos debemos ser protagonistas y no víctimas» de estas políticas.
“Yo, como agricultor profesional que depende del buen estado de la tierra, el agua, y el medio ambiente estoy a favor de fomentar modelos basados en la sostenibilidad, como de hecho llevamos muchos años haciéndolo”, ha trasladado Roche. “Sin embargo, algunas de las propuestas nos alarman muchísimo”.
“La agricultura y la ganadería han demostrado ser un bien público esencial y como tal deben ser protegidas”, ha recordado el secretario de Relaciones Internacionales de UPA que insiste en que los agricultores deben ser protagonistas y no víctimas. “Cualquier reforma debe hacerse basándose en una transicion razonable, que cuente con los apoyos y recursos necesarios y que atienda a criterios cientificos alejados de la dogmatismos y posicionamientos políticos”.
En este foro, el más importante de agricultores a nivel europeo, UPA ha recordado, ante representantes de organizaciones agrarias de todo el continente, que los agricultores utilizan fertilizantes o antibióticos porque son “las medicinas del campo, sin las cuales muchas cosechas y animales no saldrían adelante”. Ahora se plantea la reducción o prohibición de estas sustancias “sin presentar alternativa alguna”, lamenta.
Desde UPA son en todo caso optimistas al escuchar ciertas propuestas, como la de dirigir las ayudas a quienes más las necesiten y en especial al modelo familiar de explotación, que UPA representa. “Urge, ante todo, reforzar la posición de los agricultores en la cadena de suministro y lograr resolver la gran lacra del sector en toda Europa: la falta de precios justos para los alimentos”.