Las intensas lluvias registradas durante los meses de abril y marzo y los «drásticos» cambios de temperatura han provocado un descenso del 25 % en la cosecha de cereales de Cataluña y han frustrado las previsiones que auguraban una temporada «histórica».

Así lo ha explicado este miércoles la presidenta de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Rosa Pruna, en el balance de la cosecha de este año, que ha sido «irregular» y se ha visto afectada por los hongos y las malas hierbas que aparecieron por las lluvias.

En total, este año en la cosecha de cereales de Cataluña se han recogido 255.542 toneladas de trigo, 449.592 toneladas de cebada y 17.349 toneladas de avena.

El descenso ha sido más pronunciado en Girona, que en algunos casos ha registrado pérdidas de más del 50 %, y en Lleida, donde las abundantes lluvias y el granizo que cayó en el llano de Lleida hicieron perder el 20 % de la cosecha. Por otro lado, en zonas más secas como la Segarra (Lleida) o la Conca de Barberà (Tarragona) obtuvieron mejores resultados.

Lo que sí que se ha constatado es que tanto el cultivo ecológico como las variedades antiguas como Espelta, el Camuto o el Montjuïc, han aguantado mucho más los aguaceros, sequías y hongos. Los rendimientos no son tan altos, pero aguantan mejor, en la venta son muy superiores.

Además de anunciar el balance de la temporada, la Asaja también ha aprovechado para volver a reclamar precios justos para los productos: «¿El mediador para controlar los precios dónde está?, ¿Cuando llegará? Señor ministro, desde febrero lo estamos esperando», señala el sindicato agrario.

Por todo esto, ante esta pandemia de la COVID-19 se reclama «solo un deseo: que se pueda superar pronto y que nuestro sector agrícola y ganadero seguiremos trabajando para que lleguen nuestras producciones como siempre hemos hecho. Somos esenciales, pero tambiénes esencial que se nos paguen los productos por encima de lo que nos cuesta producir. Estamos cansados de seguir siempre igual: precios justos que no llegan».

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