Un ganadero de Zarza de Tajo (Cuenca), que pastorea en quad porque tiene problemas de movilidad, busca comprador para sus 350 ovejas manchegas, ya que sus circunstancias le impiden hacerse cargo de un rebaño, y además se han agravado los problemas de viabilidad de su explotación por la crisis del coronavirus.

Alfonso Navarro ha explicado a Efe que a sus 64 años, y a punto de jubilarse, no tiene relevo generacional que herede su explotación, que pasó de su abuelo a su padre, y después a él.

Sus dos hijos tienen otros oficios y no quieren hacerse cargo del negocio, con capacidad para un millar de ovejas y un cercado de 25.000 metros cuadrados ubicados en el término municipal Zarza de Tajo, una localidad que está muy próxima a Tarancón (Cuenca) y al límite con las provincias de Toledo y de Madrid.

Por ello vende a sus 350 ovejas, a 90 euros cada una y «a la carta», ha detallado Navarro, que ha lamentado que los precios estén «hundidos» y que el sector atraviese un mal momento, que se ha visto agravado por el confinamiento que se declaró en España para frenar la expansión de la pandemia de COVID-19.

El ganadero ha explicado que estuvo casi dos meses sin encontrar compradores por el estado de alarma, y tuvo que vender algunos animales a mitad de precio, lo que complica la viabilidad de esta explotación.

«Me cogió con una paridera con 120 corderos y estuve 52 días sin poder sacar un cordero de la explotación», ha lamentado Alfonso Navarro, que ha añadido que los tuvo que vender a mitad de precio, de forma que el cordero mediano que vale 52 euros «hubo que darlo a 25», ha señalado apenado.

«Si no me las compra nadie que quiera seguir la explotación tendré que venderlas para el matadero», ha comentado Navarro, que constituye un ejemplo, al margen de sus problemas de movilidad, de la situación que viven otras familias de la provincia de Cuenca dedicadas a la ganadería.

(Foto: Archivo Isango sin relación directa con la noticia)