Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha celebrado este miércoles 29 su Asamblea General en la sede de Dcoop, en Antequera (Málaga), donde se ha puesto de manifiesto que la crisis de rentabilidad del campo ha hecho mella en sus cuentas, al perder un 7% de su facturación global. Con una representación reducida de cooperativas debido a la pandemia generada por el Covid-19, el encuentro ha contado con las intervenciones virtuales de la consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco Eguren, quien ha inaugurado la sesión, y con la de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo Díaz, en la clausura. Asimismo, Agricultura ha estado representada por la directora general de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria, Cristina de Toro Navero, quien ha participado en el acto de cierre.
A lo largo del encuentro, la federación ha hecho balance del año agrario y corporativo, un ejercicio 2019 que ha sido especialmente complicado para el aceite de oliva y la aceituna que, en conjunto, han perdido un 18% de la facturación con respecto al anterior, pasando de los más de 3.900 millones de euros a poco más de 3.200. Frutas y hortalizas y suministros pierden un 1,5% y un 1,7%, respectivamente, hasta los 3.096 y los 1.017, mientras que los sectores ganaderos y los herbáceos son los que mejor comportamiento presentaron con ganancias del 6,3% y del 3,6%, sumando, en cada caso, 838 y 284 millones de euros.
La crisis de rentabilidad del campo en estos momentos ha sido, por tanto, uno de los ejes del discurso del presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Juan Rafael Leal Rubio, quien ha respaldado los movimientos reivindicativos que se iniciaron en mayo de 2019 en el aceite, extendiéndose posteriormente a las frutas y hortalizas y contagiándose al resto de provincias, regiones y sectores, ya en 2020, hasta que el coronavirus lo paralizó todo.
“COMO CAUSAS SE JUNTAN UN BUEN NÚMERO, PERO SEGUIMOS FUERTES Y DE LAS CRISIS SURGEN LAS GRANDES OPORTUNIDADES”
“Como causas se juntan un buen número”, ha subrayado: producciones históricas y excedentarias, barreras comerciales, aranceles, competencia desleal, falta de promoción nacional e internacional, agotamiento de modelos productivos, ausencia de mecanismos de autorregulación, etcétera. “Sin embargo, tenemos que ser positivos y no caer en la lamentación; las cooperativas seguimos fuertes y de las crisis surgen las grandes oportunidades”.
Por otra parte, Juan Rafael Leal Rubio ha dicho sentirse orgulloso del sector en su conjunto y, en especial, de las cooperativas: “Hemos tenido un comportamiento ejemplar; hemos actuado con la mayor de las responsabilidades y la solidaridad; hemos aparcado nuestras necesidades personales y como colectivo para centrarnos en satisfacer las de la sociedad”. “Esta crisis nos ha puesto en valor frente a la sociedad”, ha añadido, animando a todos a aprovechar la coyuntura para avanzar como productores, empresas y como organización.
“Lo hemos dicho en la Subcomisión de Reactivación Económica que estas semanas de atrás tenía lugar en el Parlamento de Andalucía y lo vuelvo a repetir aquí. Las cooperativas somos la palanca para la reactivación económica de esta comunidad autónoma y las políticas que se adopten no pueden ni deben entenderse sin contar con las cooperativas agroalimentarias, máxime tras la pandemia vivida”.
Y es que, a pesar de la crisis de rentabilidad en el campo, las cooperativas asociadas mantienen su actividad con tan solo una baja, hasta las 659; siguen sumando socios, superando los 291.000, y aunque han perdido un 7% de facturación, hasta los 8.770 millones, continúan manteniendo el empleo y la economía del medio rural andaluz.
A continuación, el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Jaime Martínez-Conradi Álamo, ha sido el encargado de analizar los datos y repasar la actividad de la organización en 2019, un año marcado por una intensísima actividad de interlocución con las instituciones completamente renovadas en la Junta de Andalucía, tras el proceso electoral de finales de 2018. Unas elecciones que también tuvieron su réplica en la federación, durante el año pasado, aunque se resolvieron sin cambios optando por la continuidad a nivel regional, con pocas variaciones a nivel de provincias y ninguna en los máximos cargos representativos.
Asimismo, durante 2019 se revisaron y ampliaron las líneas estratégicas de la federación, sumando el agua y empleo a las ya habituales de interlocución, representación y defensa; impulso a la integración, fomento a la I+D+i aplicada, y formación e igualdad de oportunidades. Tal y como ha recalcado el director, “sin garantía de agua y de mano de obra para atender las distintas campañas agrícolas es imposible asegurar la competitividad de un sector, el agroalimentario, en el que estas carestías se agravan año a año”.
En otro orden de cosas, ha puesto en valor la labor de los departamentos sectoriales y de prestación de servicios de la federación, destacando el liderato en gestión de ayudas PAC, donde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía gestiona el 33,54% de todos los expedientes de la región y el 11,34% a nivel nacional, y sigue creciendo porcentualmente, año a año, a pesar de la disminución progresiva del número de solicitudes en España.
Igualmente, ha incidido en el crecimiento de departamentos como el jurídico y el de igualdad, cuyos servicios son cada vez más demandados por las cooperativas con gran éxito tanto en trámites jurídicos y contenciosos, creando incluso jurisprudencia, como en el desarrollo de actividades divulgativas y de sensibilización para el impulso de la igualdad de oportunidades en las empresas asociadas.
Además, se ha detenido en la consolidación de áreas como la de formación, en adaptación continua a las necesidades como las generadas por el Covid, y en la de I+D+i, que en el año 2019 gestionó la participación y/o el desarrollo de una treintena de proyectos de carácter regional, nacional y europeo, para objetivos tan variados como la valorización de la leche de cabra, la producción de trigo de alta calidad o el uso de técnicas de teledetección para el control del olivar.
En la recta final, y ya con la presencia de la directora general de Industrias, Cristina de Toro Navero, el presidente ha vuelto a insistir en que de las crisis surgen las grandes oportunidades y ha urgido a las cooperativas a aprovechar la coyuntura para organizar mejor el sector productor para dimensionarlo, para sellar alianzas y buscar alternativas comerciales en otros países, con las que sortear las barreras comerciales. “Lo exige el mercado y lo necesitan nuestros socios”, ha recalcado.
“Si bien esperamos toda la ayuda que podamos recibir de Agricultura y Empleo, para seguir creciendo de forma más rápida y favorable, estoy convencido de que las cooperativas podemos trabajar, desde ya, en estos y otros temas, tales como la profesionalización, la digitalización y el impulso de la igualdad en nuestras juntas directivas y direcciones generales, no por necesidad, sino por convicción para superar esta crisis de rentabilidad del campo”, ha concluido el presidente.