La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, COEXPHAL, continúa dando a conocer los efectos perniciosos que, en su opinión, tendrán para el sector agroalimentario las recientes reformas incluidas en la Ley de Medidas para la Mejora del Funcionamiento de la Cadena Alimentaria, en concreto contra la norma que establece un precio mínimo por producción en función de los costes. Si anteriormente había editado un video explicativo polémico, ahora advierten de pérdidas y ha presentados dos «ejemplos prácticos», donde señalan que «un agricultor que cultive una hectárea de tomate en invernadero, con una producción anual de 135.000 kilos, con un coste medio de 50 céntimos por kilo, perdería 23.625 euros» con la nueva ley o que «una cooperativa con 100 socios y 100 hectáreas de tomate, con una producción anual es 13,5 millones de kilos y una facturación de 12,5 millones de euros, dejaría de cobrar 810.000 euros».
COEXPHAL, en una rueda de prensa casi a la misma hora en la que Asaja, UPA y COAG defendían la unidad de acción del sector hortofrutícola almeriense y pedían Unos precios en origen que como mínimo, cubran los costes de producción, considera que esta ley se puede convertir en la condena del sector, Advierten de pérdidas y cree que sentenciando tanto a agricultores como a comercializadoras «a operar en desigualdad con respecto a sus principales competidores, y desde el punto de vista técnico es inaplicable».
“El objetivo de esta Ley tiene que ser equilibrar la cadena y fortalecerla, creemos que el eslabón más débil sigue siendo el agricultor y las empresas productoras en origen y por ello necesitamos una Ley que equilibre la posición de ambos. Esta reforma se ha realizado sin contar con las Organizaciones Interprofesionales, en un momento que el Gobierno necesitaba acallar las movilizaciones y reivindicaciones, pero no se han estudiado bien sus consecuencias y al ser de aplicación solo para empresas y productores españoles, entendemos que nos deja en clara desventaja frente a productos de terceros países”, afirma Luis Miguel Fernández, gerente de COEXPHAL.
Por su parte, Juan Colomina, delegado de COEXPHAL considera que al estudiar con detenimiento esta legislación se observa su inviabilidad: “Si solo miras el precio mínimo hacia arriba, da la impresión de que todo es maravilloso y vas a cobrar todo por encima de ese precio. Pero si te detienes a mirar por debajo del precio mínimo, te das cuenta de que todo lo que antes cobrabas aunque fuera por debajo de tu coste, vas a dejar de percibirlo. El precio mínimo si va acompañado de una intervención pública donde se te indemniza por todo lo que no puedes vender, porque el Estado te obliga a no vender, podría funcionar dependiendo de cual fuera el precio de intervención. Pero cuando no existe el precio de intervención, ese producto lo cobras a cero”.
Desde COEXPHAL solicitan que se dé más protagonismo a las organizaciones interprofesionales para que sea en el seno de éstas donde se debata para lograr un equilibro de la cadena alimentaria. “Hace más de 20 años que venimos dando alternativas y no solo nosotros, también la Comisión Europea y el propio Ministerio de Agricultura, y estamos trabajando en ese sentido desde 1996, y unos años después se constituyó HORTYFRUTA y posteriormente HORTIESPAÑA. La alternativa son las organizaciones interprofesionales donde deben estar representadas todas las organizaciones que intervienen en la cadena de valor (productores y consumidores incluidos) y en su seno trabajar las condiciones en las que se desarrolla el trabajo sectorial para hacerlo más eficiente”.
Durante el desayuno informativo donde advierten de pérdidas en el sector ha presentado el hashtag #LeydelaCondena que acompañará a todas las comunicaciones que se realizarán a partir de ahora en busca de un texto normativo acorde a las necesidades reales del sector.
Ver Video Ley de la Cadena y sus efectos secundarios.