El bajo precio del aceite de oliva en el mercado, sumado a los problemas medioambientales de erosión y pérdida de suelo que sufre el olivar andaluz abre las puertas a nuevas estrategias de manejo, como la diversificación de cultivos, cmo es el caso de la siembra de avena en las calles del olivar aumenta la rentabilidad, con 3.000 kg por hectárea, y las prácticas de bajos insumos que propone el proyecto europeo Diverfarming, financiado por la Comisión Europea a través del programa H2020.
El equipo de la Universidad de Córdoba que trabaja en Diverfarming, formado por los investigadores Beatriz Lozano, Luis Parras y Manuel González gestiona el caso de estudio 4 del proyecto: un olivar tradicional con problemas de erosión en Torredelcampo (Jaén). A pesar de la situación derivada de la pandemia por COVID19, el equipo ha seguido trabajando en la siembra de avena entre las calles del olivar, obteniendo resultados de alrededor de 3.000 kg por hectárea de avena cultivada en el olivar.
Además del beneficio económico que para la comunidad olivarera implica una segunda cosecha, los beneficios medioambientales son también relevantes. El grupo de investigación ha detectado cómo la siembra de la avena a modo de cubierta vegetal ha reducido la erosión en comparación con el monocultivo. Además, la avena crea bastante cobertura del suelo y tiene un contenido alto de biomasa, lo que ha producido un mayor secuestro de carbono, reduciendo así la emisión de carbono y consiguiendo suelos con más materia orgánica y, por tanto, mayor fertilidad.
En este caso de estudio, se ensaya también la diversificación con lavanda, que será cosechada en poco tiempo y para la cual también se prevé una buena cosecha.
Diverfarming es un proyecto financiado por el Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, dentro del reto de «Seguridad alimentaria, agricultura y silvicultura sostenibles, investigación marina, marítima y de aguas interiores y bioeconomía» en el que participan las Universidades Politécnica de Cartagena y Córdoba (España), Tuscia (Italia), Exeter y Portsmouth (Reino Unido), Wageningen (Países Bajos), Trier (Alemania), Pècs (Hungría) y ETH Zúrich (Suiza), los centros de investigación Consiglio per la ricerca in agricoltura e l’analisi dell’economia agraria (Italia), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España) y el Instituto de Recursos Naturales LUKE (Finlandia), la organización agraria ASAJA y las empresas Casalasco y Barilla (Italia), Arento, LogísticaDFM e Industrias David (España), Nieuw Bromo Van Tilburg y Ekoboerdeij de Lingehof (Países Bajos), Weingut Dr. Frey (Alemania), Nedel-Market KFT y Gere (Hungría) y Paavolan Kotijuustola y Polven Juustola (Finlandia).