En un informe no vinculante, que el pleno aprobó con 555 votos a favor, 56 en contra y 34 abstenciones, la Eurocámara respaldó una declaración escrita que propone estas restricciones.

    El responsable de ganadería de carne de Asaja, Adolfo Alcalde, ha apuntado a Efeagro que "no tiene ni pies ni cabeza" que la Eurocámara proponga limitaciones al transporte de animales para sacrificio, pero que no diga nada sobre el comercio de ganado en vida, como si sólo los primeros tuvieran "derecho al bienestar".

    Alcalde ha atribuido la iniciativa a intereses comerciales de operadores de los países centroeuropeos en perjuicio de las empresas de la periferia (España, Portugal o Grecia), porque las distancias para transportar animales -caso del porcino o vacuno- desde estos últimos a los mercados de destino son mayores.

    En su opinión, la propuesta de la Eurocámara "no tiene ninguna base científica ni razón de ser" y los transportes actuales tienen "las condiciones perfectamente establecidas" y los medios apropiados para realizar el envío de animales, incluidos los tiempos de descanso que establece la normativa.

    Según ha apuntado, les tranquiliza que la Comisión ha recalcado que no tiene intención de avanzar en una propuesta legislativa al respecto.

    El responsable de producción ganadera de COAG, José Luis Iranzo, ha recordado que transportar animales desde España hasta el centro de Europa puede implicar entre 12 y 14 horas, por lo que limitar los recorridos a tan sólo ocho obligaría a las firmas españolas a realizar paradas en el trayecto y descargar animales en áreas acondicionadas con el consiguiente encarecimiento de los costes.

    Iranzo coincide en apuntar "intereses comerciales" tras la propuesta, lo que beneficiaría a naciones centroeuropeas -Dinamarca o Suecia, por ejemplo, "menos competitivas que España" y que realizan transportes de corto recorrido- a costa de países mediterráneos y periféricos (como Polonia o Lituania).

    De prosperar esta iniciativa, las exportaciones de porcino españolas (sobre todo) y, en menor medida, las de vacuno se verían perjudicadas, según ha denunciado Iranzo.

    "Desde UPA no entendemos por qué el Parlamento Europeo propone ahora limitar el periodo de transporte de los animales destinados a sacrificio, pero no de los destinados a vida; no tiene mucho sentido preocuparse de unos animales sí y de otros no, así que sospechamos que puede haber intereses comerciales ocultos de ciertos países".

    En su opinión, la normativa de bienestar animal tiene aún margen para mejorar su aplicación, en cuanto al manejo de animales, condiciones de los vehículos o densidad de cabezas en cada transporte.

    "Apostamos por aplicar mejor el régimen actual; las autoridades deben ser muy cautas a la hora de modificar este tipo de normas, ya que los efectos de dichas medidas pueden ser en ocasiones insostenibles para los ganaderos, por sus inasumibles costes", han añadido.

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