La Fundación Savia, con el objetivo de poner en valor lo rural y la lucha contra el despoblamiento, ha remitido una carta a Moreno Bonilla para establecer una estrategia ambiciosa y transversal que fortalezca los deseos colectivos nacidos durante el confinamiento de vivir en el medio rural.
El medio rural se ha convertido en un lugar atractivo tras dos meses de confinamiento. Se ha incrementado la demanda de alquileres de chalets y casas rurales en Andalucía. Ofrecen bienes que, en momentos de crisis como la que vivimos, se acentúan, y el teletrabajo brinda la posibilidad de acceder a ellos, apostando por llevar una vida más confortable, sana y segura.
Durante décadas, la tendencia era residir en las grandes ciudades con la consecuente despoblación de los pueblos y las sierras, lo que ha dado lugar a un gran reto, la llamada España Vaciada.
«no se puede cometer el error de convertir el pueblo en una pequeña ciudad, imponiendo su ritmo y estilo de vida»
“No tiene sentido que las ciudades sigan creciendo, aunque exista mayor posibilidad de renta neta, en la práctica, la calidad de vida y el poder adquisitivo es menor. Hay que buscar otras opciones, hay que encontrar maneras de volver al pueblo”, afirma en su carta la Fundación Savia, que recoge ese nuevo deseo de vivir en el medio rural.
Pese a todo ello, no se puede cometer el error de convertir el pueblo en una pequeña ciudad, imponiendo su ritmo y estilo de vida. En el mundo rural, la vida, el empleo, la generación de riqueza, está ligada a los valores del territorio.
Además, los trabajadores del sector primario, residentes de las zonas rurales, se han evidenciado como esenciales, garantizando los alimentos y el abastecimiento de la población. Junto a ello, mantienen el paisaje, el agua, el aire de manera sostenible y equilibrada, ayudando a frenar también el cambio climático.
La enorme oportunidad que se nos presenta con esas intenciones de cambiar el lugar de residencia de urbe a rural puede ayudar a revertir la situación de despoblamiento, pero, siempre teniendo en cuenta, que no se puede perder la esencialidad de identidad vinculada a la producción de bienes esenciales.
Instan al gobierno andaluz a garantizar unos servicios públicos de calidad; apostar por los valores identitarios de cada territorio y comarca; incentivar proyectos empresariales que permitan que el valor añadido y el empleo se queden en el lugar donde se establezcan; formar nuevas generaciones de profesionales especializados, fortalecer la gobernanza alimentaria; articular mecanismos para garantizar rentas dignas para el sector primario; incentivar a los funcionarios para que residan en el medio rural; generar una fiscalidad favorable en las zonas rurales; realizar una labor pedagógica en niños y adultos sobre alimentación y consumo; fomentar las energías renovables; y establecer sinergias en espacios urbanos y rurales próximos.
Hace algunos meses, el gobierno andaluz aprobaba la “Estrategia frente al reto demográfico en Andalucía para afrontar retos como la regresión demográfica” de la que se desconoce, a día de hoy, si se han formado grupos de trabajo o líneas de actuación.
“Queremos reiterar que las singulares circunstancias actuales pueden hacerla más necesaria y valiosa que nunca. Estamos a su disposición y la de su equipo para ello”, concluye su carta Francisco Casero, presidente de la Fundación Savia.