Darinel Herrera / Representante de la OLAJ (Organización Latino Americana de Agroempresarios Jóvenes) ante el Reino de Los Países Bajos.
Ante los ya notables y evidentes daños económicos generados por la pandemia del virus COVID-19 en el mundo y en nuestra región. Hoy más que nunca, será necesario apostar por una política de cooperación internacional entre los actores clave del sector agrícola de latinoamérica.
El trabajo conjunto y el desarrollo de nuevos acuerdos y tratados comerciales que impulsen la complementariedad de las cadenas logísticas y productivas a nivel región, serán el camino para asegurar la sostenibilidad de nuestros alimentos y la regularidad de nuestras exportaciones hacia el mercado internacional.
El coronavirus no solo ha dejado una huella profunda e irreversible en la economía y en el comercio mundial. Sino además, está provocando y/o acelerando la reconfiguración de los bloques económicos y la desglobalización de las relaciones comerciales internacionales.
Por esta razón, será necesario re definir a la brevedad, una agenda común con necesidades compartidas. Una agenda regional que atienda los intereses y necesidades de América Latina y el Caribe. Así como las prioridades de sus principales socios comerciales internacionales.
Desde mi perspectiva, esta nueva agenda de cooperación regional e internacional debe abordar por lo menos cuatro ejes esenciales que aseguren las solidez del ecosistema agroalimentario latinoamericano.
Los cuales cito a continuación:
- Apertura comercial e impulso de los productos agrícolas latinoamericanos en el mercado internacional. A través de una mayor flexibilidad regulatoria, compromiso y fidelidad comercial por parte del mercado internacional y de los socios comerciales.
- Inversión en la profesionalización y tecnificación del campo. A través de estímulos fiscales, acceso a capitales y fondos de inversión que permitan la automatización y estandarización de los procesos productivos del sector agrícola latinoamericano.
- Cooperación internacional interregional. A través de acuerdos y objetivos internacionales que permitan a latinoamérica y a otras regiones económicas del mundo, generar soluciones conjuntas en pro de la sostenibilidad de la agricultura y de las relaciones comerciales.
- Transferencia efectiva del conocimiento y sostenibilidad agrícola . A través de la colaboración con empresas, gobiernos y universidades posicionadas globalmente como líderes en desarrollo e innovación agrícola (como Israel y Los Países Bajos).
Un nuevo modelo de colaboración y transferencia de conocimiento que nos permitan como región, aprender, adaptar e implementar técnicas productivas sostenibles, trazables y amigables con el medio ambiente, apoyadas en la tecnología.
La historia nos ha enseñando que los esfuerzos individuales no producen buenos resultados a largo plazo, y que a pesar de nuestras diferencias culturales, la cooperación internacional y nuestra integración como región, seguirán siendo el mejor camino para latinoamérica.