El Departamento de Comercio Internacional de EE.UU. ha publicado los datos de comercio exterior correspondientes al mes de marzo, que ponen de manifiesto, una vez más, las graves consecuencias de la imposición de aranceles al aceite de oliva envasado originario de España. Se ha exportado la cifra más baja para un mes de marzo desde que se tienen registros, es decir, desde 1989. El volumen no llega ni siquiera a las 600 toneladas, cifra un 92% inferior a la alcanzada en marzo de 2019, que fue de 7.535 toneladas. Se trata de un 9% más que en el mes de febrero.
Cooperativas Agro-alimentarias de España pide al Gobierno de España que trate de solventar de forma inmediata las diferencias con EE.UU., y exija a la Comisión Europea que ejerza su papel de defensa del sector, que atraviesa una situación crítica desde hace más de un año. Cooperativas Agro-alimentarias de España valora las recientes declaraciones del comisario de Comercio, Phil Hogan, en las que anunciaba que la Comisión Europea ha solicitado a EE.UU eliminar aranceles para relanzar la economía tras el coronavirus, y espera que el extitular de Agricultura, defienda a los sectores alimentarios afectados en la negociación con la administración americana.
Los aranceles se han impuesto al aceite de oliva envasado producido en España y, por tanto, otros países de la Unión Europea están ganando presencia en EE.UU., un mercado que ha costado años de esfuerzo e inversiones al aceite español. Es el caso del producto originario de Italia, cuyo volumen de entrada de envasado en EE.UU. en marzo ha alcanzado las 9.150 toneladas, 15 veces superior al español. El aceite envasado portugués o griego también ha doblado su volumen frente al español a su llegada a la frontera. Y fuera de la UE, también ascienden las entradas de aceite envasado de Túnez, que ha marcado en marzo su récord histórico, con un volumen de 2.760 toneladas, 8 veces superior al del marzo del año pasado.
La distorsión en los flujos comerciales es evidente. De hecho, la Agencia para la Información y Control Alimentarios, AICA, estimaba que España habría importado en marzo 27.000 toneladas de aceite. Ante la imposibilidad de abastecer al mercado estadounidense con producto envasado de origen español, los operadores compran en otros países para esquivar los aranceles y cumplir con sus compromisos comerciales.
La situación del sector del aceite de oliva se ha visto agravada por la crisis del COVID-19, con una mayor caída en las ventas y un aumento de la presión en los precios en origen, que se aproximan cada vez más a los umbrales de referencia fijados por la Unión Europea a partir de los cuales se podrían activar nuevamente ayudas para el almacenamiento privado.