Desde ASAJA-Almería han denunciado la difícil situación en la que han quedado algunos sectores ganaderos como el ovino-caprino tras el cierre de los establecimientos de restauración debido a la crisis del COVID-19, pues han visto descender sus ventas en un 95%. De hecho las lonjas se encuentran paralizadas, se ha reducido el número de operaciones y la preocupación por la incertidumbre se hace patente especialmente para carnes como la de cabrito y cordero tras una semana en la que el número de sacrificios se ha reducido un 75% respecto a la misma semana del año anterior.
La complicada situación para el sector ganadero productor de carne como puede ser la de cordero y la de cabrito que se consumen en menor medida en hogares y que dependen casi en exclusiva de su consumo en los establecimientos de restauración, ha hecho que tras el cierre, han caído en picado los pedidos y la actividad en mataderos y canales de comercialización lo que está ocasionando importantes pérdidas económicas a este sector, señala Miguel Ángel Serrano, técnico de sectores productivos de ASAJA-Almería, “la preocupación se extiende al propio ganadero ya que si no hay demanda ni ventas ni sacrificios los precios se van al suelo, son pérdidas para todos los que trabajan y dependen del sector cárnico”. La falta de ventas hace mella en el sector del cordero que tenía como punto fuerte de esta época el mercado italiano donde su consumo es muy habitual en Semana Santa pero que lógicamente por su situación se ha paralizado totalmente .
ASAJA apunta a que la demanda de productos como el pollo, el cerdo e incluso la ternera aunque en menor medida sigue aguantando, ya que su consumo en los hogares está bien implantado, pero en el caso del cabrito o el corderno no suelen formar parte del menú salvo en campañas puntuales como Navidad; de hecho, en el caso del cordero el consumo de los españoles no llega a 1,5 kg al año, y que sus ventas se destinan de forma mayoritaria a la hostelería de ahí que se haga necesario que desde las diferentes Administraciones, central y regional, y el resto de miembros del sector, se aúnen fuerzas para promover su consumo y evitar el hundimiento de un sector clave para muchos territorios y por tanto para sus habitantes.
El sector agrario no para estos días pero aún así hay subsectores que se han visto afectados por esta situación excepcional deben hacer más sacrificios. Por eso ASAJA reclama que las diferentes Administraciones planteen planes de apoyo para estos sectores agroganaderos que están viéndose perjudicados, e insiste en que la producción primaria es clave en estos momentos y que es necesario que se ponga en valor y se difundan lo que los agricultores y ganaderos aportan a la economía nacional, a nuestros pueblos y ciudades.