Sindicato agrario EHNE
Este jueves, 30 de enero, la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria ha hecho un
llamamiento a la huelga general, por unas pensiones, un trabajo y una vida dignas. El sindicato agrario EHNE también estará compartiendo la calle con sindicatos de trabajadores y colectivos sociales, feministas, pensionistas, defensores de la tierra y otros. Como personas agricultoras y ganaderas, habitantes de pueblos y valles, del mundo rural, nos sobran motivos para participar.
Por nuestras pensiones. Cualquier baserritarra que se jubile hoy, en el mejor de los casos,
percibirá 400 euros menos que las pensiones mínimas que reivindicaremos el 30. Sin hablar de la situación de muchísimas mujeres que han dedicado su vida al trabajo en el campo desde la sombra, sin cotizar, y que en el momento de jubilarse no tendrán pensión alguna.
Por un trabajo digno. Necesitamos de relaciones justas con la sociedad que necesita de los
alimentos que producimos. Entre los productores y la sociedad consumidora se han instalado
industrias y grandes superficies que, con el objetivo de maximizar sus beneficios, no hacen sino apretar al eslabón más débil de la cadena, agricultores y ganaderas. En muchos casos,
explotaciones navarras que, en un principio, tenían como fin subsistir no han hecho sino crecer e intensificar la producción, desplazando a otras productoras, concentrando tierras y otros recursos. Han perdido la naturaleza de agricultor y ganadero que fueron, convirtiéndose en meros empresarios, donde la tierra es solo un espacio para el rendimiento económico.
En este sentido, desde EHNE exigimos un modelo de agricultura con agricultores, no con meros empresarios. Agricultoras y ganaderas con pequeñas y medianas producciones, que cuiden la tierra para las próximas generaciones y que llenen de vida los pueblos. Porque el actual sistema pone el crecimiento y la acumulación económica en el centro, y todas las políticas públicas vienen a engrasar esa dinámica. La engrasan con la ausencia de control y regulación de mercados, con la política agraria común, aplicando de forma idéntica sus normas higiénicosanitarias a un pequeño productor-elaborador que a la industria, con sus exigencias burocráticas, con sus planes de infraestructuras como el Canal o el TAV, o con el libre mercado, esa alfombra roja que se le pone a la gran distribución.
Por otro lado, debemos mencionar el problema del cambio climático. Nuestro trabajo depende enteramente de las condiciones medioambientales. Hay que denunciar la irresponsabilidad demostrada por los gobiernos en la cumbre de Madrid. Desde EHNE, exigimos que se tomen medidas urgentes y profundas para revertir los factores que promueven el cambio climático, y medidas para dar cobertura a las personas que dependemos al 100% de las condiciones climáticas.
Estaremos el jueves 30 en la calle por una vida digna para todas las personas. Por supuesto,
también para las que viven en las zonas rurales, como las gentes del campo. Exigimos políticas valientes para preservar la actividad y suelos rurales en Gipuzkoa bajo constante presión urbana e industrial y para afrontar el reto del despoblamiento que sufre Navarra. Servicios públicos de calidad en pueblos y valles, y medios para poder acceder a ellos, también necesitamos políticas de vivienda pública y que los recursos económicos lleguen al territorio.
Por todo esto, desde EHNE llamamos a todas las agricultoras y ganaderas, a las que vivimos en entornos rurales, a participar en la huelga general de este jueves 30 de enero. Vivimos un
momento histórico muy importante y las viejas recetas de desarrollo que nos han metido en
esta situación no nos van a sacar de la vorágine productiva y consumista que impera. Son más necesarios que nunca cambios reales y profundos. ¡Por un mundo rural vivo! ¡Por una
agricultura con agricultores! ¡Por una vida digna! ¡A la huelga!