La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) alerta de que la borrasca Gloria se está traduciendo en una sucesión de siniestros climáticos extremadamente graves que se ceban con los cítricos, las hortalizas de temporada y las infraestructuras agrarias.
Si durante las jornadas del domingo y el lunes los agricultores lamentaban daños por las fuertes rachas de viento y por las bajas temperaturas, en las últimas 24 horas las inundaciones provocadas por la gota fría y, en menor medida, el granizo recrudecen los daños sobre la agricultura valenciana.
Tanto es así que AVA-ASAJA, eleva la preocupación del sector agrario valenciano y califica la borrasca Gloria de “cuatro temporales en uno: viento, frío, gota fría y pedrisco”. El cultivo más afectado, con diferencia, son los cítricos que todavía estaban por recolectar en esta segunda mitad de la campaña marcada por unos precios en origen elevados debido a la merma de cosecha.
La gran cantidad de agua descargada en las comarcas costeras de la Comunitat Valenciana inundó campos enteros de naranjas y mandarinas, con especial incidencia en las zonas afectadas por desbordamientos de ríos y barrancos.
Pérdfidas de hasta el 100% de la producción y habrá que volver a sembrar en algunas zonas
Este exceso de agua y de sucesión de siniestros climáticos amenaza con agravar la pérdida de cosechas ya causada por el viento y posibles heladas, puesto que, en función de la evolución del clima durante las próximas semanas, podría llegar a causar problemas de asfixia radicular, así como podredumbre, aparición de hongos y fisiopatías en la piel de los frutos.
En cuanto a las hortalizas, hay numerosos campos completamente anegados que sufrirán pérdidas de hasta el 100% de la producción. Incluso en parcelas donde recientemente se habían sembrado patatas y cebollas, los agricultores se verán obligados a replantar. También se prevén problemas de salinidad en explotaciones cercanas al mar. Entre las infraestructuras damnificadas cabe destacar márgenes, caminos, invernaderos, gomas de goteo o mallas de protección de cultivos, tanto por el efecto del viento como de las inundaciones y el consiguiente arrastre de tierras.
El impacto del granizo resulta más localizado, concretamente en La Safor, provocando daños en cítricos que se harán más visibles dentro de unos días. En otras comarcas como el Camp de Túria y L’Horta la piedra vino acompañada de mucha agua y no alcanzó un tamaño suficientemente grande como para dañar las producciones agrícolas.
En cualquier caso, AVA-ASAJA reitera que todavía es pronto para evaluar con más precisión el alcance de los daños por esta sucesión de siniestros climáticos –que sin duda alcanzarán varias decenas de millones de euros– porque el temporal todavía no ha remitido y porque muchos agricultores no han podido ni siquiera acceder a sus parcelas.