Asaja Palencia ha solicitado al Gobierno inversiones para aumentar al máximo la capacidad de agua embalsada en la provincia, al considerar que de forma urgente se debería corregir la falta de agua de la cuenca del Carrión junto al estudio de la derivación del río Rubagón al Embalse de Aguilar.
Las inundaciones que se han multiplicado por toda la provincia de Palencia recientemente son la gota que ha colmado el vaso. Además del riesgo que las inundaciones conllevan para las personas, se han inundado naves agrícolas, muerto animales y multitud de parcelas han sufrido la pérdida de la capa superior de tierra.
A la consabida falta de limpieza de los cauces de nuestra provincia, estos días se han unido unas precipitaciones muy importantes. El cambio climático hace prever que estas lluvias torrenciales se repetirán con mayor frecuencia al igual que ya se están sufriendo periodos prolongados de falta de precipitaciones por lo que no se puede esperar más tiempo para realizar nuevas infraestructuras que permitan acumular agua.
ASAJA indica que “desde las Administraciones se habla constantemente del cambio climático y su importancia y ha llegado el momento de que los Presupuestos Generales del Estado contemplen partidas importantes destinadas a nuestra provincia. Estamos viendo pasar el agua que nos puede faltar en verano y además sufrimos inundaciones cada cierto tiempo, con el riesgo para las personas que conlleva. Se deben regular los ríos al máximo y aumentar la capacidad de agua embalsada de la provincia todo lo posible. Y todo ello sin dejar de hacer limpiezas periódicas e indemnizando a los damnificados por las crecidas.”
Una de las zonas más afectadas ha sido la cuenca del río Rubagón, que nace cerca del pico Valdecebollas y desemboca en el río Camesa, el cual también se ha desbordado. Según la organización agraria “urge estudiar la posibilidad de derivar el Rubagón al embalse de Aguilar. Se contaría con mayor volumen de agua embalsada y podrían reducirse estos episodios de inundaciones que son recurrentes aunque no acostumbran a tener la gravedad de los últimos días.”
A esto se une el histórico déficit hídrico de la cuenca del Carrión, donde no se llevó a efecto el Embalse de Vidrieros y Las Cuezas se están eternizando existiendo una falta de capacidad de agua embalsada que hace que no se regulen las avenidas todo lo que sería deseable y haya menos dotación a la necesaria para conseguir la rentabilidad de las explotaciones agrarias porque no hay que olvidar que los embalses del Carrión sólo son suficientes ni para cubrir una campaña de riego completa.