EFE.- Gemma Martínez, alcaldesa de Carrascosa de la Sierra, ha expresado a los periodistas la preocupación general de la comarca de Tierras Altas -en torno a ochenta municipios están afectados por el permiso de investigación de hidrocarburos denominado Edison nº 1698-, que está en contra de la fractura hidráulica.

"Lo que no queremos es que aparte de ser una zona olvidada y deprimida, según la catalogación de la Unión Europea, además seamos una zona contaminada", ha subrayado.

En este sentido ha pedido que la provincia de Soria y Castilla y León, al igual que se ha hecho en Cantabria, sea declarada zona libre de fracking, para evitar que se contaminen sus recursos naturales, por lo que ha instado a la Junta de Castilla y León a posicionarse.

Martínez, que ha reconocido que queda por delante una batalla larga para conseguirlo, ha invitado a los ayuntamientos a colocar carteles en contra de esta práctica.

Además ha asegurado que los vecinos de la comarca de Tierras Altas -donde residen menos de dos mil personas- están dispuestos a llegar hasta las últimas para defenderse, "porque tenemos derecho a vivir en nuestra tierra limpia".

El fracking, según ha explicado, supone inyectar agua a presión, junto con arena y más de quinientos productos químicos, en la tierra a 2.000 metros de profundidad para conseguir fracturar la roca y extraer el gas pizarra.

"Produce una gran contaminación de los acuíferos y del propio aire, además de incentivar las posibidades de movimientos sísmicos", ha denunciado.

La Diputación provincial también se posicionó en contra de este sistema extractivo con una moción aprobada en junio por unanimidad (PP, PSOE y PPso) por no estar claras las consecuencias sobre el medio ambiente y los ciudadanos, según ha recordado hoy su vicepresidenta primera Asuncion Pérez, que ha acompañado a los vecinos de Tierras Altas en la presentación de las alegaciones.

"La Diputación no apoyará algo que desconoce ni dejará a los pueblos a la deriva", ha subrayado.

En la provincia de Soria se han presentado ya cinco permisos de investigación para realizar fractura hidráulica, del que el de la zona de Medinaceli, en el sur de la provincia, es el más avanzado.

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