EFE.- Según diversas fuentes consultadas hoy por Efe, el agua que ha comenzado a inundar el Parque Nacional procede de afloramientos localizados en el cauce del río Guadiana.
Este hecho fue corroborado hace unos días en un trabajo de campo por el jefe del área de Hidrogeología del Instituto Geológico Minero (IGME), Miguel Mejías, quién señaló que este afloramiento de agua se está produciendo por el corte del nivel freático del acuífero regional con la cota topográfica del cauce.
Desde mediados del mes de octubre los técnicos del parque detectaron la aparición de un gran encharcamiento entre los molinos hidráulicos de Griñón y Nuevo que provocó que el agua comenzara a circular ligeramente por el cauce del río Guadiana sin que éste reciba aportes del río Azuer, como ha ocurrido en los últimos años.
El fenómeno de la aparición de ‘nuevos ojos’ en el río Guadiana es similar al que tuvo lugar a finales de diciembre del año pasado en las proximidades del molino hidráulico de Zuacorta.
Los estudios del IGME determinaron que se trataban de nuevos afloramientos de agua en el cauce del río Guadiana, motivados por la recuperación del nivel freático del agua del Acuífero 23 como consecuencia del intenso período húmedo entre 2009 y 2011, que fue de 1.810 hectómetros de agua.
Los ojos del Guadiana, que dejaron de manar en 1984 tras décadas de explotación del acuífero, no han funcionado como tales desde entonces, pero ahora la aparición de lo que se ha denominado ‘nuevos ojos’ hace que el río Guadiana aporte de nuevo al Parque Nacional.
De hecho, la cota del agua en el entorno del molino de Molemocho, situado a las puertas del parque nacional sube por días y hoy ha comenzado a entrar al parque nacional, todo ello sin que el río Azuer aporte agua al río Guadiana, como sí ocurrió en noviembre de 2011.
Este hecho ha sido calificado por el jefe del área de hidrogeología del IGME como "una gran noticia", pues se está viviendo una situación que no se daba desde hace 30 años.
No obstante, ha advertido de que no deja de ser "anecdótico", porque se trata de una situación coyuntural que responde básicamente a un periodo húmedo, en el que ha llovido un 50 por ciento más de lo que es habitual.
Mejías cree necesario seguir trabajando en objetivo final de recuperar el sistema neural de flujo, de tal manera que, todo el Acuífero 23 descargue el agua en los Ojos del Guadiana, llene el río Guadiana y Las Tablas de Daimiel.
A principios del mes de noviembre el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel mantenía inundadas 1.029 hectáreas de terreno de las 1.850 que como máximo son susceptibles de ser encharcadas.