La venta directa es una normativa muy demandada por el sector agroalimentario, especialmente entre las explotaciones familiares, así como en sectores concretos como la apicultura, la producción ecológica, el azafrán, el queso manchego, el ovino de carne, entre otros; una normativa muy adelantada ya en otras comunidades y que serviría para ofrecer cobertura legal a una realidad que cada vez toma más fuerza en la región y podría suponer una perspectiva de futuro para muchos agricultores y ganaderos.

El secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, se ha reunido con la directora general de Alimentación, Elena Escobar en la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, en un encuentro de trabajo en el que han estado acompañados de los responsables de la Asociación Provincial de Apicultores, ASAPA, Ricardo Ortega, su presidente y Arsenio Serrano. Ambas organizaciones, UPA y ASAPA han incidido en la necesidad de implementar la venta directa en la región, con una normativa acorde debido a sus ventajas claras para muchas explotaciones de agricultura y ganadería familiares; una cuestión en que los propios apicultores de ASAPA ya tienen conocimiento y han avanzado en su implementación.

El objeto de una normativa como la que solicitan desde la organización agraria es la regulación de la venta directa de productos primarios por los productores al consumidor final o a establecimientos de comercio al por menor para el abastecimiento. «La venta directa al consumidor lo pueden hacer directamente en las explotaciones y en mercados», ha dicho Julián Morcillo, «pero también en establecimientos de venta al por menor siempre y cuando esta transacción se realice directamente, sin intermediarios», con lo que ello supone de beneficios para las explotaciones familiares.

Aunque en esta reunión con la directora general de Alimentación, Elena Escobar, los responsables de ASAPA han incidido en potenciar la venta directa en el sector apícola, lo que supone un gran impulso para este sector tan importante en provincia como Albacete; otros sectores como el ovino de carne, el queso manchego, o el azafrán se verían beneficiados y deberían acogerse a estas ventajas de una normativa sobre la venta directa.

Pero, asimismo, como sucede en otras comunidades autónomas, podrían incluirse los derivados de la apicultura como miel, polen, propóleo, jalea real, así como huevos, cereales, frutas y frutos silvestres, legumbres y hortalizas o setas, «siempre, claro, con las condiciones sanitarias para la comercialización, claro». De ahí la importancia, según la organización agraria, de disponer de una normativa que regule las condiciones y requisitos para facilitar a las explotaciones familiares y el sector sepa a qué atenerse.

Sin duda se trata de una reunión de trabajo donde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha incidido en la necesidad de implementar esta normativa en la región de manera inmediata para que el sector económico más importante de la región lo sea también para las explotaciones familiares y algunos sectores concretos que se verían beneficiados; así como las ventajas para los consumidores que dispondrían de la facilidad de acceso a estos productos de la región, de calidad y enraizados en nuestra cultura.

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