El pistacho ha entrado con mucha fuerza en el campo castellano-manchego, convirtiéndose en uno de los cultivos que más interés despierta entre muchos agricultores que lo ven como una alternativa a otro tipo de cultivos. En fechas recientes se ha iniciado la recogida del pistacho en Castilla-La Mancha, en su variedad Kerman, la más habitual en la región, líder estatal en este cultivo.

Desde la UPA en Castilla-La Mancha consideran que el inicio de campaña está siendo prometedor, con unas previsiones muy elevadas en las parcelas consultadas, lo que supone una buena noticia para los agricultores que  hacen una apuesta interesante. Hay que recordar que el pistacho necesita unos siete años de media para entrar en producción, lo que supone que las hectáreas cultivadas no sean las mismas que las de producción; pero sin duda un buen termómetro para medir el interés por este leñoso.

Cabe recordar que los últimos datos del Ministerio de Agricultura, correspondientes al año 2018, cuantifican la producción de pistacho en Castilla-La Mancha en 5.569 toneladas, con Ciudad Real a la cabeza, seguida de Cuenca y Albacete.

En la organización agraria han ofrecido charlas y asambleas informativas durante los últimos años en comarcas como la Manchuela al respecto del cultivo del pistacho, ya que ha suscitado un amplio interés entre muchos agricultores pues supone una alternativa, de ahí su constante crecimiento que convierte a la región, con Ciudad Real a la cabeza, en la región donde más hectáreas cultivadas existen; pues de las 29.235  hectáreas cultivadas en España, más de veintidós mil corresponden a Castilla-La Mancha.

Cabe recordar que recientemen en Castilla y León también comenzó la campaña de recogida del pistacho donde se ha logrado triplicar su superficie en los últimos años debido a la estabilidad en las cosechas, los precios de ese fruto seco y las condiciones climatológicas que requiere.

(Foto: proyectoforestaliberico.es)

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