La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca ha realizado las primeras recolecciones de la trufa negra (Tuber melanosporum), al inicio del quinto año de la implantación de encinas y quejigos micorrizados en el Centro de Demostración Agraria ‘Las nogueras de arriba’, en Caravaca de la Cruz.

El centro cuenta con una superficie de 16 hectáreas, que albergan 14 parcelas experimentales distintas en las que se desarrollan proyectos con diferentes técnicas de cultivo y nuevas especies y variedades que mejoren la calidad de las producciones, amplíen los calendarios, tengan rentabilidad y sean cultivos alternativos a los tradicionales de la comarca.

El proyecto del cultivo de la trufa ocupa una superficie de parcela demostrativa de 0,70 hectáreas donde se estudia la influencia de distintas variables: secano, regadío, planta micorrizada de tres viveros diferentes y formación y enriquecimiento de nidos truferos.

En otra finca experimental a más altura, propiedad de un agricultor colaborador, la Consejería desarrolla un proyecto paralelo. El objetivo de ambos proyectos es conocer las posibilidades y el potencial de desarrollo del cultivo de la trufa en las zonas altas de la Región, en busca de nuevas orientaciones productivas para las comarcas del Noroeste y Altiplano.

Ambas experiencias están comenzando a dar resultados y en la presente campaña se han recolectado las primeras trufas en cada uno de los tres pases realizados desde el 13 de febrero hasta el 20 de marzo.

Los primeros resultados indican que la aplicación de agua mediante aspersión (desde primeros de mayo a mitad de noviembre y en aplicaciones separadas entre sí) y las lluvias efectivas, así como la realización de nidos truferos, han propiciado la fructificación del hongo en plantas procedentes de tres viveros. La producción se inicia principalmente en los quejigos (95 por ciento) más que en las encinas (5 por ciento).

La temporada de trufa negra arranca a mediados de noviembre y finaliza en marzo, según la climatología. La campaña 2018-2019 ha sido buena en cuanto a producción debido a las abundantes lluvias registradas en otoño, con lo que el precio medio se espera que sea algo más bajo que en la temporada 2017-2018, en la que alcanzó un valor medio de 775 euros el kilo.

La Consejería llevará a cabo actividades de divulgación con agricultores y técnicos interesados con los datos recabados en los próximos años, que servirán para complementar y determinar las producciones para las distintas variables.

Esta iniciativa ha sido cofinanciada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca.

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