La organización agraria ASAJA de Castilla y León considera que los sistemas de control en materia de sanidad animal en la vecina comunidad cántabra podrían no ser fiables, y alerta a los ganaderos del riesgo que se corre en los intercambios comerciales de animales con destino a explotaciones de Castilla y Leó, hasta el punto de pedir que no se autoricen movimientos en los casos de explotaciones con historial sanitario de riesgo.
la organización señala que Castilla y León «ha hecho un gran esfuerzo para controlar enfermedades como la brucelosis y la tuberculosis bovina aplicando programas rigurosos que han supuesto el sacrificio de miles de cabezas de ganado cada año y limitaciones en los movimientos de los animales, así como la observancia de las más estrictas medidas de bioseguridad, lo que no ha ocurrido en todos los territorios».
Piden a la Junta que frene los movimientos en los casos de explotaciones con historial sanitario de riesgo
La preocupación de ASAJA de Castila y León respecto a la sanidad animal en Cantabria viene motivada por el hecho de que es una comunidad vecina, con la que son habituales los intercambios comerciales, como habituales los ganaderos de un territorio que aprovechan pastos en el otro. Los principales recelos de ASAJA, respecto a la sanidad animal en Cantabria, tienen que ver «con una normativa autonómica que delega el diagnóstico de la enfermedad objeto de erradicación, en veterinarios contratados por el propio ganadero, lo que le resta la debida imparcialidad, mientras que en Castilla y León y en el resto de las autonomías la práctica habitual es que las pruebas diagnósticas las realicen veterinarios oficiales o empresas contratadas por la propia administración. En materia de sanidad animal no se puede ser juez y parte».
ASAJA viene reiterando la petición de que la sanidad animal se lleve a cabo en toda España bajo unas normas comunes, así como al mismo ritmo de ejecución, «ya que eso es imprescindible para mantener un estatus sanitario que no restrinja los movimientos de ganado entre los distintos territorios, e imprescindible para abrir mercados en la exportación de animales y productos cárnicos».
Por eso, ASAJA de Castilla y León, que no es la primera vez que se pronuncia a este respecto, le pide a la consejería de Agricultura y Ganadería que «esté muy vigilante ante todas las solicitudes de intercambios y movimiento de ganado que lleguen de Cantabria, y que no las autorice en los casos de explotaciones con historial sanitario de riesgo, con procedencia de municipios de alta positividad, y en todo caso previas pruebas recientes, realizadas por profesionales oficiales, que hayan dado resultados negativos a la tuberculosis u otras enfermedades objeto de erradicación».