El clima de incertidumbre que existe actualmente respecto al futuro del Brexit sigue si despejarse, ya que el Parlamento británico sigue sin determionar qué va a hacer y solo ha aprobado fianalmente una nueva prórroga antes de decir si se apuesta por un Brexit duro o se encuentra una salida negociada. Una preocupación que se acentúa en el caso del sector del ibérico y de otras carnes, ya que en el supuesto de un Brexit duro serían de los más perjudicados por el incremento de los arancels.
Inicialmente se baraja que alrededor del 87% de los productos que Reino Unido importa no serán sometidos a aranceles en el caso de un Brexit duro. Pero, dentro del 13% restante se incluyen otros como es el caso del jamón curado o la carne de vacuno, porcino y ovino. Así se pone de manifiesto en un informe hecho público por el Ministerio de Comercio británico en el que se asegura que se trata de «minimizar los costes para empresas y consumidores, así como para proteger a sectores vulnerables», que recoge eurocarne.com.
En dicho informe también se asegura que no se impondrían controles adicionales a los productos importados desde Irlanda a través de Irlanda del Norte.
La medida se implementaría por 12 meses mientras que el gobierno británico redirige su política comercial y conllevaría una rebaja de aranceles en las importaciones que el Reino Unido hace de otros muchos países.
Dentro del grupo de productos sometidos a aranceles en el caso de un Brexit duro estarán las importaciones de carne de vacuno, ovino y porcino buscando apoyar al sector agropecuario del Reino Unido. Además, específicamente estaría el jamón curado entero que debería pagar unos aranceles de 10,2 euros por cada 100 kg importados, lo que representaría un duro castigo económico para este sector y sus exportaciones a ese país.