El Colegio Oficial de Ingenieros Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal de León ha demandado potenciar la ordenación del territorio y su gestión forestal y el cambio de la arquitectura de las ayudas agrarias PAC como principal herramienta de prevención de incendios.

La gestión forestal proporciona productos naturales y renovables, crea puestos de trabajo, ayuda en la lucha contra el cambio climático, evita incendios o permite apagarlos más rápidamente y contribuye a conservar la biodiversidad del medio natural, ha destacado en un comunicado el Colegio Oficial de Ingenieros Forestales.

Creen que la estructura de las ayudas de la PAC está siendo uno de los factores que está incidiendo en el aumento de los incendios

Los ingenieros forestales han apuntado que el noroeste de la península ibérica es probablemente uno de los territorios con mejores condiciones naturales para la gestión forestal en Europa, pero, «paradójicamente, es el área geográfica con mayor número y superficie incendiada al año de toda la UE».

Así, han considerado que la estructura de las ayudas de la PAC está siendo uno de los factores que está incidiendo en el aumento de los incendios en estas zonas a partir del año 2007, sin olvidar otras causas, no desdeñables pero menores, como los daños provocados por la fauna silvestre como el lobo y el jabalí.

Los forestales reconocen que la ganadería es necesaria para mantener una parte importante de la población rural, y desempeña un papel decisivo para el sostenimiento de grandes áreas de montaña cantábricas, su paisaje y su biodiversidad asociada.

«Nuestra crítica va dirigida al sistema de ayudas, en especial aquellas que tienen base territorial, en nuestra opinión el origen de muchos incendios forestales», han puntualizado.

En este sentido, los profesionales forestales han explicado que los criterios fijados en las distintas órdenes de ayudas para la reducción o exclusión de la subvención del pago único de superficies de pastos, están detrás de muchos de los incendios de estos días.

«El aumento de la superficie no susceptible de percibir ayudas tiene varias causas, entre las que están la reducción de la carga ganadera total por unidad de superficie y la bajada del censo de ganado menor, lo que hace que el aprovechamiento del pasto sea menor, aumentando el matorral», ha explicado el Colegio.

Piden agilizar la autorización de quemas controladas, adaptándolas a la situación actual para evitar incendios

«Cuando se achacan los incendios a que los montes están sucios, se pretende cargar la responsabilidad a la Administración por no limpiarlos, y al mismo tiempo, dejar impune al verdadero responsable el incendiario», han denunciado.

A este respecto, los forestales han reconocido que el uso tradicional del fuego en el sector ganadero hace que la sociedad rural no vea el incendio como «un problema», sino más bien como una herramienta ancestral de mantenimiento de los pastos.

Por todo ello, piden agilizar la autorización de quemas controladas, adaptándolas a la situación actual con el objetivo de solucionar este problema y que las ayudas PAC sean revisadas y que estén condicionadas a la inexistencia de incendios forestales.

Consideran que cuando no se respeten las buenas prácticas establecidas, la retirada de las ayudas ha de ser inmediata y durante un número de años suficiente que impida que incendiar el monte «salga gratis».

«El principio fundamental es que nadie ha de obtener beneficios por un incendio, con un corolario sencillo: los culpables han de percibir los perjuicios que conlleva, y de manera inmediata, la pérdida de subvenciones públicas», concluyen.

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