Nacho Escartín. Diputado en Las Cortes y Secretario General de Podemos Aragón. Paula Valero, Diputada y candidata por Podemos Asturias a la Xunta del Principado de Asturias, Fernando Fernández Such. Candidato de Podemos al Congreso por Palencia, Carmen Ibáñez, candidata al Parlamento Europeo por Podemos Extremadura, Mae de la Concha, Secretaria General de Podemos Islas Baleares y candidata al Senado por Menorca, Francisco Garrido, Candidato al Parlamento Autonómico de la Rioja, María Giménez, Diputada y candidata a la Asamblea de la Región de Murcia, Beatriz Gascó, diputada y candidata a las Corts Valencianes, Susana Gómez, Candidata de Podemos por Castellón a las Corts Valencianes y Ariel Jerez, Profesor UCM y miembro del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos.
El futuro del medio rural y la despoblación es sin duda uno de los ejes principales de debate en las próximas campañas electorales. El barómetro del CIS de febrero lo corrobora. El 88,5% de las personas encuestadas considera grave o muy grave el problema de la despoblación. En el caso de los votantes de Unidos Podemos, se eleva al 89,6%.
La España vaciada es la expresión de la desigualdad territorial más flagrante que se concreta en aspectos como las deficientes infraestructuras, escasas inversiones, financiación inadecuada, barreras al ejercicio de los derechos sociales y un déficit de oportunidades a futuro. Es consecuencia de políticas equivocadas al servicio de intereses económicos que determinan qué regiones prosperarán, y cuáles quedarán estancadas. Por muchas banderas que cuelguen de los balcones, sin igualdad y justicia territorial no se construye una patria para todos.
Todas las personas firmantes de este artículo tenemos una amplia trayectoria de compromiso por el mundo rural y vivimos en diversos pueblos de España. Nos unimos a este proyecto convencidas de una propuesta de país de países en la que la defensa de un mundo rural vivo y la soberanía alimentaria son ejes esenciales que llevamos años impulsando, a través del trabajo en proyectos vitales, económicos, sociales, agrarios o desde el ámbito académico. Nuestra mejor aportación a las vidas de nuestros pueblos es defender estas banderas siendo capaces de traducir en propuestas políticas concretas las soluciones a las demandas y necesidades de las personas que vivimos en el campo y en los municipios de pequeño y mediano tamaño. A las puertas de un trepidante ciclo electoral marcado por una larga campaña política de más de 3 meses, tenemos la oportunidad de construir propuestas atractivas y necesarias que marquen un camino diferente.
Hace unos días, se publicaba un artículo de Vidal Maté en la revista Euroganadería con el sugerente título “Nuevas elecciones, los mismos programas”. Sin poner en duda el profundo conocimiento que este periodista tiene del sector, nos cuesta aceptar sin más lo que dice. “llegue quien llegue al departamento, no es tiempo ni hay razones para inventarse nuevos objetivos, sino dar respuesta a los muchos pendientes que se repiten en cada legislatura, por breve que sea. Es tiempo, además, a la vista del pasado, de hablar de prioridades en lugar de dispersarse con tantos objetivos por un teórico querer abarcarlo todo, como lo pone de manifiesto el hecho de que las líneas programáticas de Luis Planas sean una fotocopia de las 60 medidas de Miguel Arias Cañete continuadas por Isabel García Tejerina.” Esta frase nos deja helados y lejos de animar en la búsqueda de alternativas, actúa como bálsamo en un mundo rural y un sector agrario que sí que tiene claro que necesita para mejorar. Sin embargo, la verdad es que tiene parte de razón, y justo un mes de después de ser nombrado Luis Planas, nuestro compañero Fernando Fernández escribía un artículo en Público con el título “Más allá del Ministro Planas”, donde se apuntaban una serie de iniciativas que nunca serían abordadas por el nuevo Ministro de Agricultura.
Hemos constatado una y otra vez los límites en las políticas del PP y del PSOE, cuyas opciones coinciden en limitar los cambios cuando afectan a los sectores más privilegiados y beneficiados por el sistema político y económico tradicional. Al poco tiempo de su nombramiento, en parte del sector agrario, y también entre las plataformas y redes sociales que trabajan desde diversos ámbitos en el medio rural, se extendió la misma sensación. Daba igual si eran los mismos Directores Generales o los cambiaban, porque seguían las mismas personas en los puestos clave del Ministerio diciendo y haciendo las mismas cosas de siempre. El buen talante que ha mostrado el Sr Planas es muy importante en las relaciones políticas, pero no es suficiente. Queremos dar pasos firmes que demuestren que existe un cambio en el rumbo de las cosas.
En estos años de legislatura, tanto en el Congreso como en los Parlamentos Autonómicos, hemos sido muy conscientes de dónde estaban nuestras diferencias con los gobiernos del PSOE y del PP y ha llegado la hora de reivindicarnos en un momento en el que una parte del espectro político trata de adueñarse del relato rural y del monopolio en la defensa de esta realidad y del sector agrario.
En primer lugar, desde el primer mes de legislatura, y en diversos parlamentos, así como en el Congreso, hemos defendido y exigido la revisión, evaluación y adaptación de la Ley 45/07 de Desarrollo Sostenible del Medio Rural para luego comenzar a aplicarla de una vez por todas. Lo hemos hecho, no porque pensemos que es la mejor ley posible, sino porque es un buen punto de partida, con un enfoque adecuado y sobre todo, legitimada ampliamente para impulsar una política de estado para el desarrollo rural que es clave para dar respuesta al reto de la despoblación. Además, y pese a lo que hayan dicho el PP primero, y el PSOE después, es posible aplicarla. Se necesitan 500 millones de euros todos los años de aporte extra del estado dirigidos a las comarcas con mayores dificultades estructurales, y la voluntad de suscribir los acuerdos necesarios entre las administraciones competentes para ejecutar los planes de zona que la ley establece como instrumentos.
En segundo lugar, nosotros marcamos diferencias muy evidentes respecto a la futura PAC y a su forma de aplicación por parte de nuestro país. PODEMOS es el único partido que acabaría de una vez por todas con el sistema de reparto basado en los derechos históricos que tanta desigualdad genera, al igual que aplicaríamos el pago redistributivo a las pequeñas y medianas explotaciones, y estableceríamos un límite claro, así como una definición de agricultor activo que fuera real y no llena de subterfugios como la actual. Somos la formación que impulsa de manera clara una serie de caminos innovadores y absolutamente necesarios relacionados con el apoyo estratégico a la ganadería extensiva y a la transición ecológica del modelo de producción. Somos el único partido que impulsa de manera definitiva la tan necesaria flexibilización del paquete higiénico sanitario para dar alas a las pequeñas industrias agroalimentarias de calidad. Apoyamos de manera rotunda a la pesca artesanal, desarrollando los circuitos cortos de comercialización e impulsamos con decisión la compra pública alimentaria con criterios sociales y ambientales. Y también, cómo no, la digitalización y la innovación que tanto se pregona, pero accesible para todas las personas. Somos el único partido que apostaría de manera evidente por proteger y conservar las variedades de semillas locales, y estamos convencidos que somos la única formación política que ha tratado de impulsar una nueva política de tierras acorde con los tiempos que consiguiera remover los obstáculos actuales que impiden el acceso a ella.
Pero donde estamos absolutamente seguros que hay diferencias muy notables sería en los aspectos relacionados con la regulación de los mercados, la transparencia y la justicia en la cadena alimentaria. Nuestra posición ante los tratados de libre comercio es clara y en este sector pasa por la evaluación previa del impacto y por no negociar con estándares ambientales, sociales y de salud por debajo de los nuestros. Los sectores productivos y las organizaciones agrarias lo han podido comprobar en numerosas ocasiones a lo largo de la legislatura. Hemos peleado y propuesto las medidas necesarias para afrontar la crisis de la fruta de hueso, o del sector de la cereza. Hemos vivido la frustración de ver salir una regulación sobre el etiquetado del origen de los productos lácteos que desde el inicio era claramente insuficiente, o un proyecto de decreto del etiquetado de la miel que no resolvía el problema de los apicultores, o el absoluto desastre generado en el sector citrícola por la ratificación del acuerdo con los países de África Meridional. La sinrazón del gobierno del PSOE ha dejado una regulación de la venta a pérdidas mucho más abierta y subjetiva de lo que existía anteriormente, y si hubiera tenido la voluntad de negociarlo antes de aprobar el RD Ley 20/2018, hoy tendríamos una regulación aceptable y resuelta, y no el “tinglado” que en este momento sufrimos. Nuestra convicción de la necesidad de un Régimen Especial Agrario para Baleares y la revisión necesaria del POSEI Canario, que nadie en las islas pone en duda. Tenemos claro que en todos estos asuntos las diferencias serían evidentes. No queremos llevar al sector al pasado y nuestro compromiso es igual de importante en el avance hacia una digitalización agraria, pero al alcance de todos y todas, al igual que la defensa de nuestro sector ante las consecuencias del Brexit o en los mercados internacionales.
Por último, somos la formación política que tiene absolutamente claro, que el futuro del medio rural, y el futuro de las ciudades están unidos y quien quiera separarlos está manipulando la realidad. La alimentación sana y de calidad, y el deseo de los habitantes de las ciudades de conservar y cuidar el medio ambiente son los puntos de conexión que impulsamos con numerosas iniciativas.
Las organizaciones agrarias, las cooperativas agroalimentarias, los sindicatos que defienden a los trabajadores agrícolas, las redes y plataformas de desarrollo rural, las organizaciones ecologistas, las asociaciones de pescadores que defienden la pesca sostenible, y la mayoría de nuestros vecinos y vecinas de nuestros pueblos saben todo esto.
La gente de PODEMOS tenemos la honesta determinación de llevar a las instituciones las soluciones que plantean personas y organizaciones por un mundo rural vivo y por la soberanía alimentaria. Para lograrlo hace falta construir la confianza de la ciudadanía de nuestros pueblos y del sector agrario y ganadero más allá de estigmas, noticias falsas y bulos intencionados. Aspiramos a obtener una alta representación en el medio rural que se corresponda con la claridad y determinación de nuestras propuestas, y los sondeos nos muestran cada día nuestra capacidad de crecimiento.
En esta pasada legislatura hemos presentado y defendido, miles de iniciativas en todos los parlamentos autonómicos sobre estos asuntos y que han sido aprobadas con mayorías y muchas de ellas por unanimidad. La diferencia con el resto de los partidos es que nosotros las pondremos en práctica o forzaremos a quien gobierne a hacerlo. Hemos estado en las sucesivas movilizaciones del sector tanto en los niveles autonómicos, como en el estado. Las organizaciones agrarias y rurales, saben que hemos trasladado y traducido sus propuestas en forma de iniciativas. Para lograr esta mayoría en defensa de los pueblos y de los sectores rurales y agrarios debemos esforzarnos en tres pasos importantes: Primero, fortalecer una estructura arraigada y presente en los municipios rurales y en las comarcas, y para ello, nuestra apuesta desde hace meses es lograr presentar el máximo número de candidaturas de calidad, con personas honestas, comprometidas, pero también formadas y con experiencia. Segundo, despejar polémicas estériles desde el respeto y el diálogo con la realidad social y cultural. Convencidos de que es posible mediar y buscar formas de avanzar para lo que no valen posiciones absolutistas. Y tercero, expresar nuestras propuestas y acciones con claridad, con palabras llanas y directas, de tú a tú. Más allá de las redes sociales, el contacto directo y cotidiano con las vecinas y vecinos de nuestros pueblos es esencial.
Nuestros pueblos son lugares preciosos y especiales en los que queremos construir un modelo de desarrollo inclusivo, participativo, local, sostenible, igualitario y al menos, las personas firmantes de este artículo, junto a las muchas que se presentan en las candidaturas de municipios pequeños y medianos, estaremos mano a mano con la mayoría de nuestras vecindades.
Recuerden, SI SE PUEDE.