El pleno del Parlamento Europeo (PE) pidió este miércoles 16 una revisión sistemática de todos los estudios disponibles sobre el riesgo carcinógeno del herbicida glifosato, entre una serie de medidas destinadas a reforzar la credibilidad del sistema de aprobación de pesticidas en la UE. La resolución parlamentaria, que no es vinculante, recibió 526 votos a favor, 66 en contra y 72 abstenciones, indicó el PE en un comunicado.

Los eurodiputados también reclamaron que se ponga fin, «sin demora ni excepción», al uso de plaguicidas en grandes extensiones próximas a escuelas, guarderías, parques, hospitales, clínicas de maternidad y residencias.

Asimismo, defendieron un sistema de vigilancia posterior a la comercialización para evaluar los efectos de los productos fitosanitarios en la salud humana y animal y el medio ambiente, también a largo plazo.

Igualmente, la propuesta del Parlamento Europeo exigió a la Comisión un estudio epidemiológico para medir el impacto de los pesticidas en la salud humana y abogó por fijar límites máximos de residuos para los suelos y las aguas superficiales.

El texto llamó, del mismo modo, a garantizar el acceso público a los estudios utilizados en el proceso de autorización, así como a todos los datos e información de apoyo referentes a las solicitudes de autorización.

El texto recalcó la importancia de la transparencia y la asunción de responsabilidades

La iniciativa del Parlamento Europeo también pretende que los solicitantes estén obligados a incluir todos los estudios reglamentarios que vayan a realizarse en un registro público y que se prevea un plazo para presentar observaciones durante el cual las partes interesadas puedan facilitar «los datos existentes con el fin de garantizar que se tenga en cuenta toda la información pertinente».

El texto recalcó la importancia de la transparencia y la asunción de responsabilidades cuando la autorización se aprueba en el marco del proceso de «comitología», reuniones en las que participan representantes de los Estados miembros de la UE y de la Comisión Europea.

Según la Eurocámara, tanto la Comisión como los países deben publicar actas detalladas de las reuniones y hacer público el sentido de su voto en esos encuentros.

Nueve años después de la adopción del reglamento europeo sobre la comercialización de productos fitosanitarios y tras la controversia generada por la renovación de la autorización del glifosato en diciembre de 2017, el PE decidió en febrero de 2018 poner en marcha una comisión especial sobre el proceso de autorización, cuyas recomendaciones fueron aprobadas este miércoles por el pleno.

Un portavoz de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, encargada de asesorar sobre los riesgos alimentarios, manifestó el apoyo de esa agencia comunitaria a «cualquier iniciativa para ampliar la comprensión de su trabajo y los desafíos que afronta» a la hora de evaluar los pesticidas en la UE.

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