Cientos de apicultores de toda España han salido este martes 11 a la calle, convocados por COAG y otras organizaciones afies, para reclamar un mayor control de las importaciones de miel de baja calidad, especialmente de China, y un etiquetado más transparente que obligue a detallar el país de origen y que permita al consumidor poder elegir.
Las concentraciones se han llevado a cabo en 18 capitales de provincia, principalmente a las puertas de grandes superficies comerciales para denunciar precisamente que la miel española ha desaparecido de las grandes redes de distribución donde solo se pueden encontrar marcas blancas de este producto y a precios «ínfimos», como ha resaltado Daniel Gimeno, un apicultor de Foz Calanda (Teruel) que lleva 30 años dedicado a esta labor.
En el caso de Aragón, según ha explicado el responsable del área de UAGA, Pedro Loscertales, hay unos 1.200 agricultores de los que el 40%, con unas 250 colmenas, se dedican profesionalmente a la producción de miel.
«La situación es insostenible; producimos una de las mejores mieles del mundo pero la industria envasadora ha dejado de comprarla»
Desde la organización, se pide por parte de la administración un mayor control de calidad y veterinario de la miel que llega a España y un etiquetado en el que además del país de origen aparezca también el porcentaje de mezcla ya que, ha informado, de acuerdo con la normativa, con un kilogramo de miel se pueden etiquetar 100 kilos.
Desde UAGA señalan directamente a China de fabricar «sucedáneos» o miel de baja calidad porque exporta más cantidad de la que producen. Por su parte, Ángel Díaz, responsable del sector apícola de @La_COAG, aseguraba en Huelva que «la situación es insostenible; producimos una de las mejores mieles del mundo pero la industria envasadora ha dejado de comprarla porque prefiere abastecerse de importaciones de baja calidad de terceros países”
El problema es que el consumidor no tiene posibilidad de elegir entre una miel artesana o industrial porque no la encuentran en los lineales de los grandes supermercados porque «la industria está ganando mucho dinero en la estafa mediante el engaño al consumidor».
Es el caso de los pequeños apicultores que envasan su propia miel y la venden en pequeños comercios, con lo que, advierte, estén perdiendo cuota de mercado. de hecho, los apicultores están recibiendo ofertas de compra por parte de la industria envasadora muy por debajo de lo que cuesta producir un kilo de #miel, 2,65€.
Después de «casi una vida» dedicado a la apicultura, desde el sector se ha señalado que las principales vicisitudes a las que se ha tenido que enfrentar han sido los problemas de precios y a las «grandes importaciones chinas», de «baja calidad y con problemas sanitarios porque incorporan residuos no permitidos en Europa».
Vetos que se levantan, según han denunciado, cuando entran en juego intereses comerciales como la venta de aviones u otras mercancías a China, como ocurrió, ha asegurado, con el último desbloqueo cuando a Europa entraron «alimentos con poca calidad y hundiendo los mercados».