Miembros de la Asociación Profesional de Productores de Semillas Selectas (Aprose) se reunieron hace una semana con Director General de ENESA, Jose María García de Francisco para intentar retomar las negociaciones relativas a la bonificación en la prima del seguro en la contratación del “Seguro para explotaciones de cultivos herbáceos extensivos” por la diferenciación del uso de Semilla Certificada frente al grano.
Aprose apela a la necesidad de restaurar esta bonificación, que dejo de aplicarse en el 2016, por disminución del presupuesto disponible para la cobertura de seguros, entre otras causas. Desde la Asociación, explican que «no es justo tratar de la misma forma a un agricultor que utiliza grano acondicionado u otras opciones menos seguras que a aquellos agricultores profesionales que apuestan por utilizar Semilla Certificada y que hacen esmeradamente todas las labores de preparación del campo e invierten en genética para obtener cosechas de mayor calidad, con mayores rendimientos y con todas las garantías de germinación, pureza varietal, etc. que ofrece una Semilla Certificada».
El presidente del grupo de leguminosas, Manuel Rojo, ha señalado que “todo ello hace que aquel agricultor que emplea Semilla Certificada sea más confiable a la hora de contratar el seguro; puesto que las nuevas variedades de semilla son las que más garantías y resistencias a fenómenos adversos ofrecen y por ello se merecen un descuento o bonificación como el que se solicita.”
Aprose afirma que esta petición se formula «en busca del beneficio del agricultor concienciado con el uso de Semilla Certificada» así como para mejorar el sector, ya que, está demostrado que la evolución en el uso de Semilla Certificada repercute directamente en una mejor resistencia genética y en mayores producciones. En un informe presentando al Ministerio al respecto se documentaba que en 10 años, cuando se estaba en torno al 20% de utilización de Semilla Certificada hubo una mejora genética del 30%.
Finalmente, sería otro aliciente para aumentar el uso de Semilla Certificada, que si bien en los últimos años ha llegado a superar el 30% de utilización, todavía dista mucho de las cifras de otros países europeos.