Los industriales, envasadores y exportadores de aceite de oliva, al que se ha sumado hasta el Gobierno, han defendido la calidad del producto y han asegurado que el estudio dado a conocer por la OCU tiene irregularidades y las conclusiones se basan «fundamentalmente en criterios sensoriales» de los catadores.
La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) y la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva) han reaccionado así al informe de la OCU que denuncia la venta de lo que a su juicio son aceites sólo vírgenes, por defectos de olor o sabor, como si fueran aceites de oliva virgen extra.
Critican que el estudio «se basan en criterios sensoriales de un panel de catadores; por tanto, hablamos sólo de olor y sabor»
Desde Anierac y Asoliva, que representan más del 80% de todo el aceite de oliva envasado en España, han asegurado que «todas las marcas cumplen con los estrictos controles analíticos legales» y todos «son virgen extra desde el punto de vista analítico».
A su juicio, las conclusiones del estudio de la OCU «se basan fundamentalmente en criterios sensoriales de un panel de catadores; por tanto, hablamos sólo de olor y sabor».
«Cuando se habla de fraude, la OCU se refiere exclusivamente a diferencias de criterio sensorial entre catadores. En algunos lotes, existen discrepancias de valoración en olor y sabor incluso entre los distintos laboratorios acreditados que han participado en el estudio», han insistido en el comunicado.
Además, ambas entidades han asegurado que ya «pusieron en evidencia las irregularidades detectadas durante la elaboración del estudio en cuanto a la toma de muestras, su mala conservación, el retraso en la elaboración de los análisis y las graves deficiencias detectadas en los procedimientos estipulados por la normativa (Real Decreto 538/2015)».
«Respetando la labor de la OCU, desde nuestras asociaciones siempre nos hemos ofrecido a colaborar en todo lo necesario para la subsanación de los errores detectados», han asegurado. En su opinión, «el método del panel de cata es un procedimiento subjetivo, tal y como ha quedado demostrado mediante multitud de estudios privados y oficiales».
En este sentido, han recordado que «se trata de un método en revisión tanto por el Consejo Oleícola Internacional como por las distintas administraciones con el objetivo de reducir la gran variabilidad de sus resultados».
UPA lamenta estudio de la OCU tiene una «fiabilidad escasa»
Por su parte, el responsable de aceite de oliva de UPA Federal, Cristóbal Cano, ha lamentado el estudio publicado por la Organización de Consumidores (OCU) sobre este producto y cree que tiene una «fiabilidad escasa» por las «pocas» muestras analizadas y por no aclarar cómo se han conservado antes de su cata.
Cano ha echado en falta que la OCU especifique cómo ha sido la custodia de esas muestras catadas porque, «si no se conservan bien», un aceite virgen extra puede perder «determinados matices» y bajar de categoría. Ha dicho que la línea que separa un virgen extra de un virgen es «muy fina» por lo que hay que estar atentos a las condiciones de conservación.
Asimismo, ha negado que este caso sea un fraude ya que no afecta a la seguridad alimentaria y tampoco se trata de calidades muy diferentes; de hecho, ha remarcado que son las dos mejores categorías cuya diferencia «la pueden notar los catadores».
Ha mostrado su confianza en los controles de la Administración y ha añadido que los agricultores son «los primeros interesados» en que los aceites estén bien etiquetados.
Planas: «Me preocupa la imagen del sector del aceite de oliva virgen español»
Finalmente, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha mostrado en Madrid su «preocupación» por la imagen del sector del aceite de oliva virgen español, y ha instado a hacer «todo lo necesario» para que no se vea «manchado por las irregularidades en el etiquetado».
Sobre las conclusiones del informe, Planas ha asegurado que, de ser ciertas, existiría «un fraude» de las marcas referidas pues, ha dicho, no reflejarían la realidad del producto.
No obstante, ha subrayado que «ninguna de las marcas» presenta problemas relativos al producto; y que los 20 aceites vírgenes recogidos en el informe son, sin ser virgen extra, «de primera calidad».
«Las autoridades de consumo y las comunidades autónomas en materia de comercio deberán tomar medidas sobre estas irregularidades que son perjudiciales para la imagen del conjunto de un sector de primer nivel», ha concluido.