Como marca la tradición, los pastores y sus animales han reivindicado el uso de las vías pecuarias en la Fiesta de la Trashumancia, que cumple 25 años desde que fue recuperada por el Ayuntamiento de Madrid, y cuando se cumplen 600 años de la Concordia entre los ‘Hombres buenos’ de la Mesta y el Concejo de la Villa. Una efemérides que, acorde con los nuevos tiempos, llega con cambios, ya que estos ‘Hombres buenos’ dejarán de tener todo el protagonismo para pasar a ser ‘Pastoras y Pastores de la Meseta’, en reconocimiento al papel de la mujer en la trashumancia.

En el acto, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha renovado la concordia por la trashumancia, y ha anunciado que incluirá de forma permanente un rebaño de 600 ovejas en la Casa de Campo. Así lo ha anunciado en el Palacio de Cibeles donde ha recibido a pastores y mayorales, que han trasladado hasta Madrid un total de 1.550 ovejas merinas y 80 cabras.

Carmena ha afirmado que seguir celebrando esta festividad es «recordar nuestra patria y de dónde venimos» y es una forma de «acercar lo rural a la ciudad».

También ha coincidido en esta idea el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, quien cree que es necesario «conectar la vida urbana y la rural» porque hay que «conservar la cultura».

El rebaño ha llegado hasta el Ayuntamiento de Madrid donde la Mayoral Mariti González ha entregado a la alcaldesa los «50 maravedís al millar», que representan los derechos de paso estipulados por la Concordia de 2 de marzo de 1418 entre los hasta ahora ‘Hombres buenos’ de la Mesta y los Procuradores del Concejo de la Villa.

Las ‘Pastoras y Pastores de la Meseta’ toman el relevo de los ‘Hombres buenos’

La historia de la creación de una sociedad de ‘Hombres Buenos’ respondía a una necesidad de presentar ganaderos de confianza para las autoridades de entonces. Ser un “cristiano viejo” era condición para poder gestionar el pago de los cien maravedís imprescindibles para que los ganaderos se asegurasen el derecho municipal de transitar por las calles de la villa madrileña con sus rebaños.

A lo largo de los últimos seiscientos años, esta nomenclatura se ha conservado intacta. Sin embargo, en el año 2018, coincidiendo con el aniversario del primer acuerdo celebrado en el año 1418, la Asociación Trashumancia y Naturaleza, promotora de la recuperación de la trashumancia, y la Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino de Carne (INTEROVIC), entidad que agrupa a todo el ámbito de la carne de cordero y cabrito de España, han acordado adoptar una nueva nomenclatura que refleje la importancia de la mujer en el pasado, presente y futuro de la ganadería ovejas y cabras.

A partir de ahora, los encargados de perpetuar la tradición del trasiego de rebaños por las capitales en general, y por la del estado en particular, lo harán bajo una nueva nomenclatura que refleje las sensibilidades del siglo XXI.

Para Jesús Garzón, presidente y fundador de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, la mujer lo es todo en la ganadería. “Seguramente haya sido la responsable de la domesticación de los animales. En la actualidad tenemos muchas menciones en la cultura popular que nos retrotraen al paleolítico, porque es cuando se comenzó a gestionar la adopción de los animales por parte de las mujeres. En la actualidad, nosotros trabajamos básicamente con mujeres. De ellas depende el futuro de la trashumancia. Si las mujeres vienen, los hombres vendrán también”.

Para el director de INTEROVIC, Tomás Rodríguez, la importancia de la mujer en el pasado de la actividad ganadera es tan importante como lo será en el futuro. “Se trata de un sector en cambio actualmente, que tiene que modernizarse para hacer frente a los desafíos que plantea el futuro, desde la globalización a los nuevos requerimientos del consumidor. En este sentido, la necesidad de contar con la mujer es vital para asegurar la supervivencia de una actividad como la ganadera que llega milenios siendo esencial para el ámbito rural. Incluyendo las carnes de cordero y cabrito en nuestra cesta de la compra favorecemos a que el pastoreo tradicional y la mujer como elemento integrante del mismo tenga futuro”.

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