Uno de los grandes problemas del campo español es el precio en origen que reciben agricultores y ganaderos y que luego no se reflejan en lo que deben acabar abonando los consumidores. Por eso, y siguiendo los pasos de una iniciativa francesa, una plataforma denominada ‘Quién es el jefe’ trabaja para crear una marca ciudadana que permita unos precios justos para los productores, conscientes de que los consumidores están dispuestos a pagar algo más si con ello se compensa al productor y, de forma paralela, se alcanza otros objetivos como la sostenibilidad o las buenas prácticas.
Para ello, la principal responsable de esta marca ciudadana, Annaïck Locqueneux García, ya ha iniciado contactos con distintos productores de varias zonas de España para presentarles el proyecto, consciente de que «defender el sector de la agricultura como pilar estratégico es relevante para cualquier país, así como querer cambiar la visión que se tiene sobre los agricultores y los ganaderos aquí en España. La sociedad necesita saber qué consume, cómo se produce… Y de la misma manera la agricultura necesita que la sociedad la comprenda para lograr un mejor trabajo y una conexión beneficiosa para los dos. La alimentación es sinónimo de vida y dialogar con los consumidores es más que necesario».
La idea principal es arrancar con productos básicos, como la leche, los huevos, la harina o el aceite. Un reto posible como lo demuestra un claro ejemplo: «En Francia nació esta idea hace unos años y, en el caso de la leche, se barajó intentar lograr vender un millón de litros. Y ahora vende seis millones en todos las grandes cadenas de alimentación porque son los propios consumidores los que reclaman esa leche».
Esta marca de los consumidores es una iniciativa social y colectiva que por primera vez quiere dar voz y voto al consumidor para decidir lo que quiere consumir, a qué precio y dónde quiere que vaya su dinero, al mismo tiempo que comprueba en tiempo real el impacto económico correspondiente a los criterios de su elección. Cada uno promueve así un comercio más justo y sostenible, y por lo tanto un consumo más inteligente. La marca ciudadana pone en el mercado productos ideados por el consumidor a partir de sus necesidades y de la información que maneje, y en colaboración y comunicación permanente con el productor. El objetivo de la marca de los consumidores es cambiar completamente las reglas de juego del mercado, basándose en criterios de transparencia, equidad, educación, ética, respeto, reconocimiento y responsabilidad.
Dos líneas de actuación
Otorga el poder de decisión al consumidor para que pueda crear los productos que desee y decidir cuánto quiere pagar por ellos. Todo ello se realiza en un marco de colaboración, información y transparencia total en lo que se refiere a la elaboración y origen de los productos y del coste de los mismos.
Ofrece a los productores una remuneración constante justa, logrando así una estabilidad en la producción, que les permita verdaderamente vivir de su trabajo y transmitir su realidad a la sociedad. Se establece, por lo tanto, una forma nueva y activa de comunicación y diálogo con el consumidor.
Para ello, la marca de los consumidores pone a disposición del consumidor una plataforma donde pueda elegir, votar y decidir de forma libre e independiente qué producto desea. Cada persona puede seleccionar no sólo entre los criterios esenciales que componen las condiciones de fabricación de un producto (origen, composición, materias primas utilizadas, embalaje, etc..), sino que además tiene libertad para sentarse con el productor y hacer controles in situ de los productos que considere necesario.
De forma paralela el consumidor tiene la opción de revisar en tiempo real el impacto económico que tendrán estos criterios en el precio de venta final y las causas de ese impacto. Así, tendrá información suficiente para decidir en cada caso qué precio está dispuesto a pagar en base a cada producto de esta marca ciudadana.
Asimismo, el consumidor puede dar su opinión y participa en los cuestionarios alojados en el portal www.lamarcadelosconsumidores.es, votando los productos que quieren crear al precio más justo. Posteriormente se elegirá de entre todos los productos aquel mayoritariamente votado que será finalmente producido y vendido en la correspondiente cadena de distribución con los criterios más relevantes de producción, e.g. fabricación, calidad, procedencia y embalaje.