El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, se ha ratificado en que habrá recortes de cara a la futura PAC a la vez que ha mandado un mensaje preocupante para el sector agropecuario al anunciar, durante la celebración del congreso del COPA-COGECA, que el presupuesto para sufragar la futura Política Agrícola Comun (PAC) va a verse lastrado a causa de los efectos negativos derivados del Brexit, así como de la necesidad que tiene Bruselas de destinar más fondos al impulso de diferentes acciones que contribuyan a frenar el flujo de la inmigración ilegal.

De este modo, el máximo responsable de la agricultura comunitaria deslizó que va a resultar sumamente complicado mantener el actual nivel presupuestario para sufragar la nueva PAC que estará vigente durante el período 2020/2027, ratificando que habrá recortes, lo cual resulta aún más alarmante si se tiene en cuenta que la partida económica que la Unión Europea (UE) invierte en el sector agrario viene sufriendo, desde 2015, una severa reducción del 11%, tal como ha explicado en el encuentro del COPA-COGECA el presidente de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo (Comagri), Adam Siekierski.

«Mientras los grandes gigantes mundiales apuestan al máximo por reforzar sus agriculturas, Europa se retrae, habrá recortes y continúa sin plantear soluciones valientes»

Ese descenso presupuestario contrasta, además, y de acuerdo con los datos ofrecidos por el propio Siekierski, con el hecho de que China haya quintuplicado durante los últimos años el presupuesto que destina a la agricultura y que también Estados Unidos esté aumentando de manera muy apreciable los fondos para potenciar su sector agropecuario.

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, que asiste al congreso del COPA-COGECA que se celebra estos días en la ciudad austriaca de Linz, señala al respecto que «mientras los grandes gigantes mundiales apuestan al máximo por reforzar sus agriculturas, conscientes del enorme valor estratégico que tiene este sector de cara al futuro, Europa se retrae, continúa ensimismada y sin plantear soluciones valientes, novedosas e imaginativas que ayuden al sector agrario a salir de la fase regresiva en la que se encuentra».

En este sentido, el líder de esta organización agraria lamentó, tras escuchar a Phil Hogan exponer las líneas maestras que van a conformar la nueva PAC, que «la agricultura mediterránea ocupe un lugar secundario en los proyectos de Bruselas y vuelva a ser ninguneada, porque el comisario apenas ha aludido durante su intervención al grave problema de las prácticas desleales en el mercado y ha pasado por alto asuntos tan importantes y que tanto nos preocupan como la sanidad vegetal o los acuerdos comerciales preferentes con terceros países».

Aguado destacó también que «si la agricultura europea va a contar con menos presupuesto razón de más para que sus iniciativas se centren en buscar el equilibrio de los mercados mediante medidas concretas cuya desarrollo y aplicación no dependen del dinero, sino de la voluntad política».

Por lo demás, el comisario Hogan adelantó que entre los primeros objetivos de la nueva PAC figura la simplificación de la misma, una simplificación que se concretará con una muy significativa reducción del número de reglamentos, que pasarían de los 200 vigentes en la actualidad a sólo 40.

Asimismo, reiteró que los estados miembros dispondrán de mayor autonomía a la hora de diseñar planes nacionales que respondan a las necesidades específicas de sus respectivos sectores agropecuarios, si bien todos ellos deberán ceñirse a nueve objetivos comunes. La lucha contra el cambio climático y sus consecuencias, como sequías prolongadas y lluvias torrenciales, así como la búsqueda de fórmulas que equilibren la actual y flagrante descompensación del reparto de ayudas en función de los cultivos constituyen otras tantas prioridades de la futura PAC.

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