La empresa aceitera Deoleo teme que la Administración de Donald Trump pueda imponer al aceite de oliva español un arancel similar al que ha establecido para la aceituna negra de mesa si parte del sector sigue apostando por una dinámica de bajada de precios.
En un evento organizado por la compañía este miércoles 19 en Madrid, el presidente de Deoleo, Pierluigi Tosato, ha señalado que «se está españolizando» el mercado estadounidense al utilizar las cadenas de distribución el aceite de oliva como gancho.
Tosato ha mostrado su preocupación por lo que ha calificado de «banalización» de un mercado y por el descenso del consumo de aceite de oliva virgen extra en España, pese a ser el primer productor mundial del alimento, con el 44 % del total mundial.
«No hace falta bajar tanto los precios. Es una dinámica y una equivocación que está pagando el sector. Lo que se consigue es destruir valor», ha afirmado.
El consumidor ha entreado en una dinámica de compra por precio «porque no entiende la diferenciación» entre un aceite de oliva virgen y un virgen extra
El presidente de Deoleo ha recordado que, en la campaña pasada, el consumo bajó un 13% respecto al promedio de las cinco precedentes, según datos del Consejo Oleícola Internacional (COI).
En este sentido, ha defendido la apuesta por la calidad del aceite de oliva, ya que, a su juicio, competir en precio es una «batalla perdida» porque los aceites de semillas son «cinco veces más baratos».
«El consumidor está abandonando progresivamente el aceite de oliva en favor del aceite de girasol, que el año pasado entró en un 5,5% de hogares nuevos y supone ya el 40 % del volumen de aceite que se consume en España», ha destacado.
En su opinión, el consumidor ha entrado en una dinámica de compra por precio «porque no entiende la diferenciación» entre un aceite de oliva virgen y un virgen extra, y ha reiterado que la compañía que preside «ha asumido la responsabilidad» de hacer un cambio en el sector.
«Es un proyecto a largo plazo. Queremos explicar las características y que el comprador las entienda», ha explicado.
Desde Deoleo han propuesto una «armonización de criterio» en lo que se refiere a normativas de calidad, ya que la Unión Europea cuenta con una mientras que el COI cuenta con las suyas y son seguidas por la mayor parte de productores, excepto Australia, Chile y Estados Unidos, que no se rige por ninguna.
Por otra parte, Tossato ha apuntado que la compañía pretende concluir antes de fin de año la ampliación de capital que le permitirá disponer de nuevos recursos para acelerar su plan de crecimiento.
Deoleo cerró el primer semestre del año con unas pérdidas de 49,4 millones de euros, un 886,7 % superiores a las que presentaba en el mismo periodo de 2017, y en lo que va de año ha perdido el 25,11 % de su capitalización.