Desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, FADEMUR de Castilla-La Mancha, se han presentado una serie de aportaciones al futuro Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha, cuyo plazo concluye este viernes 31 de agosto de 2018. El Estatuto es una propuesta de la propia organización a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que recogía las sensibilidades del mundo rural y pretendía con ello avanzar en los derechos y reivindicaciones de un colectivo perjudicado de manera histórica.
Elisa Fernández, presidenta de FADEMUR en la región, explica que «hemos presentado nuestras aportaciones en tiempo y forma, aunque son iniciativas en las que trabajamos a diario en el mundo rural». Antes de la elaboración del anteproyecto de ley del Estatuto de las Mujeres Rurales, un documento que marcará un antes y un después en derechos y reivindicaciones en el mundo rural, se abrió una consulta pública donde FADEMUR aportó diversas ideas, una batería de sugerencias que pueden contribuir a hacer de esta Ley la herramienta imprescindible para garantizar los derechos de las mujeres rurales. Las aportaciones tienen distinto signo como medidas legales, empresariales, laborales, sociales, educativas, territoriales y, por supuesto, centradas en el sector primario.
Fademur: «Seamos claras, sin una dotación acorde, podríamos quedarnos de nuevo en las buenas intenciones»
Desde FADEMUR recuerdan que el Estatuto de las Mujeres Rurales debe redundar en el reconocimiento del papel de la mujer en el entorno rural, como elemento dinamizador y de cohesión económico y social. La organización pretende inyectar dinamismo al medio rural mejorando las oportunidades de vida para las mujeres como agentes clave para la vertebración y la cohesión social del medio rural. «Hay que tener en cuenta la importante contribución de las mujeres a la economía rural», explica Elisa Fernández quien recuerda que las medidas de diversificación y la multifuncionalidad femenina, como base esencial de las estrategias de desarrollo, «no han sido plenamente explotadas en todos los ámbitos. Creemos que se deben abrir nuevas expectativas para las mujeres basadas en la innovación y en nuevos conceptos».
La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha considera preciso mejorar la situación de las mujeres rurales a partir de las oportunidades derivadas de la diversificación económica y de la agricultura y la ganadería pero «también desde la oferta de actividades educativas, culturales, de ocio, de acceso a infraestructuras -comunicación y el transporte-, así como desde la oferta de servicios relacionados con la conciliación de la vida personal, familiar y laboral», ha dicho Fernández, remachando términos que se hacen cada vez más necesarios en el entorno rural y marcan las diferencias.
«Además, debe fomentarse la presencia y participación de la mujer en la toma de decisiones; tanto a un nivel económico como político y social en una sociedad libre de violencia de género y por supuesto con un presupuesto digno para cada una de las medidas que contemple la futura Ley. Porque seamos claras, sin una dotación acorde, podríamos quedarnos de nuevo en las buenas intenciones».
La presidenta de FADEMUR Castilla-La Mancha ha recordado finalmente que la organización se constituyó en 2008 como organización sin ánimo de lucro con el objetivo de representar al colectivo de las mujeres rurales. «Más de tres mil mujeres formamos la red FADEMUR y, claro, estamos presentes en diferentes foros de colaboración y decisión, como referente de las mujeres rurales. En el sentido de reivindicar los derechos fundamentales de la mujeres rurales, que sean reales y no solo legales, porque la igualdad ya viene en la propia Constitución» ha puntualizado.
Las aportaciones y propuestas del Estatuto de las Mujeres Rurales no son nuevas para la federación, al igual que ha sucedido con otras organizaciones agrarias y de mujeres rurales, ya que día a día reivindica la necesidad de que desde todos los ámbitos se establezcan acciones positivas sobre las mujeres y su papel en las zonas rurales. «Muestra de ello es que llevamos años peleando por dar visibilidad al trabajo de las mujeres, haciendo hincapié en la titularidad compartida sin olvidar que las mujeres son clave para fijar población y que nuestros pueblos no se vean abocados al abandono», con todo lo que esto conlleva.