Las denuncias por robos en el campo y el mundo rural son constantes, pero en ocasiones sobrepasan lo que se pudiera pensar que pueden llegar a hacer los ladrones. Así, una banda especializada ha sido capaz de arrancar y sustraer todo un pórtico del siglo XI de una iglesia rural de Soria y nadie sabe dónde puede estar.

Se barajan dos hipótesis, según señala David Brunat en elconfidencial.com, el robo por encargo de un comprador que se encaprichó del conjunto en una visita al templo o la labor aleatoria de una banda de ladrones que, a la vista del valor histórico del pórtico, lo ha querido colocar en el mercado negro, bien dentro de España o en el extranjero.

Tardaron dos días en proceder al robo del pórtico y nadie se dio cuenta de lo que estaban haciendo

Expertos en delitos contra el patrimonio confirman a este diario que va a ser muy difícil encontrar el conjunto y muestran su asombro por lo brutal del robo. Mil años de historia que desaparecen de un plumazo.

Hace una semana del robo y todavía no hay un solo indicio. Ocurrió en la iglesia de La Mercadera, que se alza solitaria sobre un cerro en el municipio de Rioseco de Soria, a 20 kilómetros de El Burgo de Osma. Solo se sabe que el expolio se acometió en dos jornadas, así de laborioso fue arrancar una a una las milenarias piedras del templo, más luego la cruz colgada en lo alto de la espadaña, que por falta de habilidad terminó cayendo al suelo y partiéndose en pedazos. Los ladrones también se llevaron los dinteles de una de las ventanas exteriores, correspondiente a una pequeña capilla.

«Estuve aquí el jueves anterior y estaba todo bien. Pero el lunes siguiente vi algo extraño. Me acerqué y el pórtico estaba medio arrancado, quedaban solo las piedras de la base que no se habían podido llevar», relata Lourdes Simal, la persona que descubrió el robo y dio la voz de alarma. «Avisé a la Guardia Civil e hicieron una inspección. Les dije que estuvieran alerta porque sabía que los ladrones volverían a por las piedras de la sillería. Quise quedarme en la iglesia esa noche pero por miedo me marché. Por la mañana ya se lo habían llevado todo».

El expolio del pórtico de La Mercadera también sienta un peligroso precedente por lo descarnado del robo, lo que demuestra la impunidad con que operan las bandas de saqueadores en los entornos rurales. Y es que si roban así un pórtico, qué no harán en los campos de cultivo.

(Fotos: David Brunat elconfidencial.com)

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