Un jurado en California ha condenado este sábado 11 a Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares -más de 252 millones de euros- a un hombre que asegura que el cáncer terminal que padece se debe a su exposición al glifosato, un producto de la multinacional debido a los efectos cancerígenos del herbicida, han informado medios locales.
El hombre en cuestión, Dewayne Johnson, sostiene que utilizó el herbicida Roundup de Monsanto de manera frecuente mientras trabajó como jardinero para el distrito escolar de San Francisco.
El jurado, del Tribunal Superior de San Francisco, ha determinado que Monsanto no advirtió correctamente del riesgo para la salud que se corría con el uso los efectos cancerígenos del herbicida con glifosato.
El jurado también ha concluido que la omisión de las advertencias necesarias fue «un factor sustancial» en la enfermedad de Johnson, que tiene 46 años y padece linfoma no hodgkiniano (un cáncer en los linfocitos de la sangre). Los médicos del demandante aseguraron en el juicio que a Johnson le quedan meses de vida.
El glifosato, un herbicida que siempre ha estado en el ojo del huracán y de la polémica
En un comunicado de prensa, Scott Partridge, uno de los vicepresidentes de Monsanto, ha señalado que apelarán la decisión judicial.
«Mostramos nuestra empatía con el señor Johnson y su familia. La decisión de hoy no cambia el hecho de que más de 800 estudios y revisiones -y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA), el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH) y autoridades regulatorias en todo el mundo- apoyan el hecho de que el glifosato no causa cáncer», ha asegurado Partridge.
Medios locales han recordado este viernes que este es el primero de los cientos de casos que Monsanto debe afrontar en Estados Unidos por los efectos cancerígenos los efectos cancerígenos del herbicida.
El glifosato es un herbicida que ha generado una gran controversia por sus presuntos efectos perjudiciales tanto en la salud de las personas como en las tierras rociadas con productos que lo contienen. Pese a ello, la Unión Europea acordó el pasado año renovar la licencia para su uso hasta diciembre de 2022.