El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hablado por primera vez desde que llegara a la Moncloa sobre la PAC, aunque sin especificar nada concreto. A lo más que ha llegado es a definir este martes 17 como «cuestión de Estado» la negociación de la Política Agraria Común (PAC), un asunto para el que espera seguir sumando consensos dentro y fuera de España con el objetivo de lograr una PAC fuerte y con un presupuesto «acorde a los nuevos retos».
Durante su comparecencia en el Pleno del Congreso para informar del último Consejo Europeo del 28 y 29 de junio de 2018 y de su programa de Gobierno, Sánchez ha defendido que la PAC debe responder a nuevos retos como el cambio climático y la preservación del medio ambiente.
El presidente ha recordado que el Ejecutivo ha recabado ya el apoyo de «los principales representantes del sector» para ese fin y espera «poder ampliar estos consensos» con otros países miembros y en el Europarlamento.
Por ahora, la primera propuesta de la Comisión Europea, conocida hace unos meses, plantea rebajar un 5% los fondos de la Política Agrícola Común y un 4% las ayudas directas. «Necesitamos contar con una política potente para mantener y desarrollar un medio rural que ofrezca oportunidades a jóvenes y mujeres», ha apuntado Sánchez.
A su juicio, frenar la «enfermedad silenciosa de la despoblación» que afecta a gran parte del territorio rural español está directamente relacionado con esta cuestión, pues «una agricultura con futuro implica una España rural con futuro», ha subrayado.
Además, el presidente ha querido recalcar en la Cámara el apoyo del Gobierno a los productores españoles de aceituna negra de mesa afectados por las medidas proteccionistas del Gobierno de Estados Unidos.
Ayer, en Bruselas, el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, avanzó que «pondrá los recursos financieros a disposición de los productores de aceituna negra de mesa» si Estados Unidos finalmente impone aranceles del 34,75 % a sus importaciones desde España, una decisión que se conocerá la próxima semana.