La implantación del almendro en tierras de regadío, su aclimatación a otros espacios con menos potencial para otros cultivos o la demanda del producto en los mercados han hecho que crezca, año tras año, en la comunidad extremeña.
El presidente de Asaja Extremadura, Angel García Blanco, ha explicado a Efe que los actuales problemas con los precios de la fruta han hecho crecer tanto al almendro como al olivar en superextensivo en las zonas de regadío, donde los agricultores destinan una parte de sus tierras a estos cultivos debido a sus posibilidades. García Blanco ha afirmado que el almendro se adapta sin problema a estas zonas.
Esta opinión es compartida por el presidente de Coag Extremadura, Juan Moreno, el almendro se aclimata también muy bien a otro tipo de tierras, incluso a aquéllas donde no se genera mucho rendimiento, por lo que se ha convertido en una «alternativa» en zonas «más deprimidas» en cuanto a rentabilidad.
Extremadura ya cuenta con un 10 por ciento de superficie más en los últimos cinco años
Los ciclos de brotación de las nuevas variedades introducidas, que se desarrollan en torno a marzo, también suponen un aliciente, pues salvan las heladas, uno de los principales problemas que tenía el almendro autóctono extremeño, que florecía en enero y estaba más expuesto a las bajas temperaturas.
Otro de los aspectos que explica este crecimiento es el precio de la almendra, que aunque ha experimentado descensos en los últimos meses tiene hoy una cotización «interesante» para el agricultor, ha dicho Moreno.
Pese al aumento continuo del cultivo en Extremadura (un 10 por ciento de superficie más en los últimos cinco años, según Moreno), aún no ha tocado techo, a tenor del crecimiento en otras comunidades como Castilla y León, Castilla La Mancha o Andalucía.
Las almendras son reconocidas como uno de los frutos secos más nutritivos, además de su sabor, todo ello unido a sus beneficios para la salud, pues ayudan a prevenir diferentes enfermedades.