La postura de Castilla y León ante la nueva PAC se centrará en evitar que la Comunidad pierda los 50 millones de euros anuales en desarrollo rural que supondría la reducción de presupuesto anunciada por Europa.
Así lo ha manifestado este viernes 6 la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, momentos antes de clausurar del XII Congreso Iberoamericano de Estudios Rurales en Segovia, donde ha avanzando que será la idea que transmita el próximo miércoles al ministro de Agricultura, Luis Planas, durante la reunión con los consejeros del ramo.
Marcos ha advertido de que su objetivo es evitar que con la reforma la PAC no se pierda «un solo euro» en ayudas directas, que rondan los 900 millones anuales en Castilla y León, pero tampoco en desarrollo rural, que cuenta con una partida de 120 millones al año y es donde más recorte se plantea.
«Donde hay desarrollo rural se incorporan más jóvenes y hay un 40% más de población»
A su juicio, este dinero es necesario para modernizar, investigar e implantar nuevos regadíos que garanticen el aprovechamiento del territorio, el rejuvenecimiento del medio rural y para luchar contra la despoblación.
«Donde hay desarrollo rural se incorporan más jóvenes y hay un 40 por ciento más de población que dónde no hay regadío modernizado, infraestructura agraria ni industria agroalimentaria asociada», ha sentenciado.
Asimismo, ha subrayado que en las zonas de regadío modernizado se incorporan hasta un 70 por ciento más los jóvenes y que una hectárea modernizada reduce hasta un 30 por ciento el consumo y genera un 40 por ciento más de actividad económica.
El sector agroalimentario, que está en un 60 por ciento en el medio rural, cuenta con una producción «imposible» de deslocalizar, según Marcos, quien considera que las administraciones tienen que seguir impulsándolo para evitar la despoblación.
Por último, se ha referido a la doble vía de la Junta de Castilla y León emplea para fomentar desarrollo rural, por un lado, las políticas que garantizan la prestación de servicios de proximidad, como consultorios en pueblos de 50 habitantes o escuelas con tres o cuatro alumnos.