Desde la Fundación Savia se ha instado al ministro de Agricultura, Luis Planas, que o se olvide de la dehesa en la negociación de la PAC «ahora que estamos a tiempo, para que sea decisiva para corregir una de las situaciones más injustas que existen y que se viene produciendo de forma sistemática, años tras año, con los ganaderos de extensivo y la Dehesa sin que nadie le ponga remedio», según señala el presidente de esta asociación, Francisco Casero en una carta remitida al MAPA, que pide que los ganaderos puedan acceder a los pagos directos.
En la misiva, se advierte de que la dehesa de Quercus, «que está indisolublemente unida a la ganadería extensiva, es un ecosistema único en el mundo, que se está muriendopor falta de rentabilidad. Es un legado cultural milenario de nuestros antepasados que estamos obligados a mantener y entregar a las generaciones futuras, y por el que usted conoce bien que venimos luchando desde hace muchos años».
Por eso, desde la Fundación Savia le recuerdan al ministro que «la dehesa es una auténtica joya agraria. Es, sin lugar a duda, la aportación más importante que España puede aportar a la próxima PAC, que ahora empieza a negociarse, ya que conecta plenamente con las tres directrices que actualmente manejan en Bruselas: Jugar un papel decisivo en el desarrollo del nuevo modelo de Economía Circular; luchar contra la Despoblación Rural y fomentar el empleo y crecimiento en las zonas rurales más desfavorecidas».
«Si los ganaderos o propietarios de la dehesa recibieran pagos directos de la PAC, la dehesa recibiría todos los cuidados y tratamientos necesarios»
Igualmente la Fundación Savia insiste en que «todos los esfuerzos voluntaristas realizados por la Administración central y autonómicas hasta ahora para salvar a las dehesas (heridas de muerte) no han dado resultado» pese a las propuestas que se han plantado. Por eso, creen que hay que abordar el problema desde la «única realidad existente y enjugar el déficit estructural económico que padece (150-200 euros/hectárea/año), que ha sido y es el auténtico culpable de llevarla a la situación crítica en la que se encuentra, pues el ganadero, exhausto de trabajo y descapitalizado, no puede realizar en ella los trabajos que diariamente le son necesarios para su mantenimiento y conservación».
Por ello, plantean que «si los ganaderos o propietarios de la dehesa recibieran, en forma de Ayuda a la Renta dentro de los Pagos Directos de la PAC, lo que en justicia les corresponde (y para lo que está hecha la PAC), no existe la menor duda que la dehesa recibiría todos los cuidados y tratamientos que le son necesarios para su salvación (cercas y vallados, abrevaderos, podas y resalveo, mejora de pastos y pastoreo rotacional, combinación adecuada de varias especies animales, carga ganadera apropiada, control de arbustivas, regeneración de arbolado, etc.)».
De igual forma recuerdan que «nunca la Administración le ha hecho el estudio técnico-económico necesario para calcular la Ayuda a la Renta), y por tanto, los ganaderos o propietarios de la dehesa no reciben estos Pagos Directos de la PAC en igualdad de condiciones que los reciben los demás agricultores (a los que sí se les ha hecho el estudio técnico-económico de Ayuda a la Renta) para mantener en producción sus cultivos, las dehesas se abandonan y se llenan de matorral, el ganado desaparece del campo, los pueblos ganaderos se quedan sin gente (despoblados), y las sierras se convierten en montes cerrados que son auténticas fábricas de producir incendios, imposibles de controlar, el año 2017 ha sido el peor de la última década».
Por todo esto, desde la Fundación Savia se ñala que «rectificar es de sabios y es necesario intervenir para cortar esta sangría que injustamente está dejando a la Dehesa sin vida, sin ganado, sin ganaderos, sin gente que pueble el campo».