Hace unos días, publicábamos una noticia en la que se señalaba el problema que iba a tener el PSOE al entrar en el Gobierno con el tema de los recortes de fondos de la PAC. Mientras Isabel García Tejerina estaba al frente del entonces Mapama, desde el propio partido pero especialmente desde las CCAA gobernadas por los socialistas el mantra que se repetía era el «no debemos perder ni un euro» frente al «estamos negociando y ya hemos bajado del 30% inicial previsto por la CE al 3,5%» que defendía la ministra popular. (Curiosamente, un 30% anunciado y defendido inicialmente por la que hoy es ministra de Economía de Pedro Sánchez, Nadia Calviño).
Desde entonces, y tras el tradicional cambio de cartera ministerial, se ha dejado notar una curiosa insistencia desde las Comunidades socialistas en insistir en el mensaje de no se van a aceptar los recortes. Quizás porque son conscientes de que siempre habrá tiempo para justificar los que puedan llegar en su momento, dado que aún hay mucho tiempo por delante antes de que se aprueben definitivamente los presupuestos europeos y no está tan claro cuánto puede durar o no el Gobierno de Sánchez.
Pero paralelamente, también se nota un cambio de filosofía en las filas de los populares y en sus CCAA. Donde antes se defendía que no debía haber recortes de fondos de la PAC, pero se respaldaba sin ambages el proceso de negociación iniciado por García Tejerina y se daba casi por bueno que algo se iba a recortar, ahora se ha pasado al mantra socialista y ya se exige no perder ni un euro sí o sí.
Está claro que la política hace extraños compañeros de cama, pero lo que no estaba tan claro que estos ‘compañeros’ cambiaran del lado de la cama.