La Junta de Andalucía defiende la necesidad de la ordenación de la oferta y el almacenamiento a través de las organizaciones de productores del sector oleícola para avanzar hacia el reto de la estabilización de los precios del aceite de oliva. Y la entrada en vigor del nuevo reglamento Omnibus de la PAC puede ser una buena vía de trabajo.
Así lo ha puesto de relieve el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Ricardo Domínguez, en Montoro (Córdoba), donde ha intervenido, en el marco de la XIX Feria del Olivo, en las jornadas técnicas ‘La autorregulación del sector oleícola: por unos precios estables y dignos’. Para ello, el departamento autonómico prevé, en el marco del Programa de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2020, una línea de ayudas con un presupuesto de 1,7 millones de euros para auspiciar la creación de estas figuras, cuya activación, según ha expuesto, está a la espera de que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente regule su reconocimiento.
Ricardo Domínguez ha recordado que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ya hizo esa petición al Gobierno central hace más de dos años, “para que la producción olivarera cuente con instrumentos eficaces de organización y vertebración del sector”. Todo ello, como ha continuado, en medio de una coyuntura que, en este tiempo, “ha sido muy propicia para consolidar el liderazgo de Andalucía en el comercio mundial del aceite de oliva y que no debemos desaprovechar”.
En este punto, el viceconsejero ha anotado también la oportunidad de la Extensión de Norma a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva para laminar las campañas (almacenar cuando hay exceso y sacar cuando hay poco). “Hay que estudiar, juntos, con profundidad, cada una de las opciones para evitar los efectos de la variabilidad de la producción del olivar andaluz”.
La modificación que hace el reglamento Omnibus, por otra parte, en palabras de Ricardo Domínguez, “por fin exonera a las organizaciones de productores de todos los sectores de determinadas condiciones de las normas de competencia”, algo que, como ha explicado, “permitirá fortalecer al eslabón más débil de la cadena agroalimentaria, al mejorar su capacidad de negociación en el momento de la comercialización”.
De igual modo, se abre la puerta en este reglamento Omnibus a la planificación de la producción o al cierre de contratos de forma colectiva. Pero todo ello requiere, según ha apostillado, que se puedan reconocer estas entidades en el sector del aceite de oliva, sin desdeñar la posibilidad de acordar cláusulas de reparto de valor con los primeros compradores, que “acentúa la posición del agricultor”.