Francisco Seva Rivadulla / Periodista Agroalimentario
Un gran país como es México es conocido el todo el mundo por tres aspectos: Su excelente gastronomía, sus bellísimos Mariachis – de fama mundial – y por una bebida tan extraordinaria como es el Tequila. De hecho, podríamos decir sin temor a equivocarnos, que el Tequila de México es el mejor ‘Embajador del Buen Hacer’ de todos los mexicanos, y que es conocido en todo el mundo.
Un servidor, tuvo el privilegio recientemente de visitar Jalisco en México, y conocer in situ cómo se produce y elabora el tequila, esa bebida de dioses, que se ha convertido en el gran estandarte mundial de la excelencias que caracterizan al sector agroalimentario mexicano.
Pero, el éxito de esta bebida se debe gracias al esfuerzo de los productores y las empresas tequileras, unido por supuesto al Consejo Regulador del Tequila, una entidad fundamental e imprescindible, que ha trabajado intensamente desde su creación en 1.994 hasta la actualidad, abanderando la CALIDAD y el prestigio de este aguardiente en todo el mundo. De hecho, como dato elocuente podemos indicar que durante 2017, los primeros tres países importadores de tequila era Estados Unidos (171.914.158 Litros) y después le siguen España (5.314.370 Litros) y Alemania (4.636.013 Litros). El volumen total de tequila importado durante el pasado año ascendió a 211.103. 519 Litros.
Este evidente éxito, se debe al equipo que dirige el Licenciado Ramón González Figueroa, actual Director General del Consejo Regulador Tequila, y que gracias a su magnífica labor, han conseguido potenciar e impulsar esta bebida, que se exporta nada menos que a 120 países en todo el mundo.
La calidad de este aguardiente unido a su gran internacionalización ha hecho que sea uno de los ‘manjares’ más deseados en todo el mundo, e imprescindible en la gastronomía mexicana, pero también trasladable a la comida internacional