Los ganaderos de vacuno se sienten «inquietos» respecto a la regulación del sector que está impulsando el Gobierno. Por ello, la organización UPA ha exigido al Ministerio de Agricultura que «corrija la dirección que está tomando este proceso de ordenación». UPA ha explicado que el principal problema es «que no se establece un tamaño máximo de las granjas», lo que pone en peligro a las explotaciones familiares, «las más importantes para el tejido económico y social del medio rural». Ya no se trata de estar en contra de un proyecto concreto, como el que se quiere instalar en Soria, sino de una política que abre las puertas a las macrogranjas que afecta al futuro de todo el sector.
Desde hace más de un año, el Ministerio impulsa una regulación del sector vacuno de nuestro país. En opinión de los ganaderos, el Gobierno no está tomando «una buena dirección» en este proceso, ya que «establece más requisitos y burocracia, pero sin mejorar la calidad del producto o la competitividad del sector». Los productores de vacuno creen que esta regulación «dificulta la labor de los ganaderos sin aportar nada al sector».
Upa denuncia que las macrogranjas pueden suponer «el desmantelamiento de las pequeñas y medianas granjas del sector»
Los ganaderos echan en falta, especialmente, que se establezca un tamaño máximo de las explotaciones, un aspecto que sí se contempla, por ejemplo, en el sector porcino. UPA ha dicho que «da la impresión de que el plan de ordenación pretende dejar abierta la posibilidad de implantar macrogranjas en nuestro país, lo que supondría romper el modelo de producción ganadera actual».
UPA ha explicado que esto puede suponer «el desmantelamiento de las pequeñas y medianas granjas del sector», lo que tiene repercusiones todavía mayores en la economía global del país y en la vertebración territorial de España. Y es que, como ha advertido UPA, las granjas familiares son la base «del tejido económico y social del medio rural».
UPA ha revelado que la cuestión sobre un límite de tamaño ha sido una de las más importantes en todas las reuniones que el sector ha mantenido para desarrollar esta regulación. Y, de hecho, esta petición gozaba de gran consenso. Por eso, la organización agraria no entiende «el motivo oculto del Ministerio para desoír este punto tan demandado».