Como cada año desde su fundación en 2006, este ejercicio han seguido aumentando los miembros de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE), en la que actualmente se integran 55 empresas y centros de investigación. Así se ha señalado durante su Asamblea General, en la que ha tenido un papel protagonista el valor de la innovación genética y la necesidad de hacer hiapié en que los consumidores conozcan por qué la obtención vegetal tiene mucho que ver con su alimentación.

ANOVE agrupa ya prácticamente a la totalidad de los productores de semillas que ponen en el mercado más del 95% de las variedades utilizadas en los principales cultivos: 99% de hortícolas, 85% de frutos rojos, 90% de frutas dulces, 100% de maíz, 100% de remolacha, 90% de cereal, 90% de girasol o 80% de algodón.

Los socios integrantes de ANOVE son organizaciones muy diversas: desde microempresas, negocios familiares y pymes hasta grandes empresas que cotizan en bolsa. Todas ellas coinciden en que la mejora vegetal requiere tanto de importantes inversiones en I+D como de un sólido sistema de propiedad intelectual.

Una apuesta decidida por la investigación y el empleo de calidad

Durante la Asamblea se hizo especial hincapié en la necesidad de comunicar a la sociedad el valor de la innovación genética y varietal, dando a conocer las aportaciones de la obtención y el esfuerzo que las empresas obtentoras están realizando en I+D.

Las entidades asociadas en ANOVE invirtieron el pasado ejercicio en I+D+i entre el 20% y el 30% de su facturación. Según datos de la Comisión Europea, el porcentaje de inversión de las compañías obtentoras supera incluso el que realizan las de automoción, farmacéutica, aeroespacial o las de tecnologías de la información.

En las 55 entidades asociadas a ANOVE trabajan actualmente 2.500 personas, la mayoría altamente cualificadas, según las cifras proporcionadas en la Asamblea Anual. El 81% de los socios de ANOVE tiene departamento propio de I+D, con un total de 52 centros de I+D repartidos por España, en los que se ocupa aproximadamente el 30% de la plantilla. Debido a la alta cualificación tecnológica de los empleados, la ratio de producción alcanza la cifra de 230.000 euros al año por trabajador.

Las entidades adheridas a ANOVE facturan más de 1.000 millones de euros al año, de los que casi el 58% corresponden específicamente a comercialización de semillas.

En el conjunto la Unión Europea, el sector obtentor tiene un volumen de negocio de 6.800 millones de euros; el 39% corresponde a cereales y leguminosas, el 26% a maíz, el 14% a patatas y el 11% a hortícolas. En el sector obtentor europeo trabajan 50.000 personas, una cuarta parte de ellas dedicada a la investigación.

El valor de la obtención vegetal

Eduard Fitó, quien pronto será Presidente de Federación Internacional de Semillas (International Seed Federation, ISF) subrayó que la obtención vegetal “es una actividad imprescindible que consigue mejorar las actuales variedades vegetales y crear otras nuevas a través de una constante inversión en innovación genética”. De la obtención vegetal  depende toda la cadena alimentaria –añadió– “así como su sostenibilidad económica, social y medioambiental y por eso tiene una gran trascendencia económica para el desarrollo agrario y económico de la sociedad”.

El mercado demanda cada vez más alimentos frescos de absoluta calidad, con nuevas presentaciones, diferentes tamaños y texturas, nutritivos y con más sabor; los quiere en cualquier época del año, cerca de casa, a precios asequibles, más duraderos y con plena seguridad alimentaria. “Todo ello solo es posible gracias a la investigación y la innovación genética que llevan a cabo los obtentores vegetales”, ha afirmado el Secretario General de ANOVE, Antonio Villarroel, que lo ejemplificaba del siguiente modo:

“Pensemos en cómo gracias a la tecnología han mejorado los automóviles o los teléfonos móviles. Aunque no seamos conscientes de ello, algo parecido sucede en los productos agrarios que comemos diariamente: uvas, sandías o mandarinas sin pepitas, melones que quepan en el frigorífico, tomates con diversos sabores, colores o tamaños, mandarinas que se cosechan en abril o fresas que se recogen en enero, arándanos que se han podido adaptar al clima cálido para poder ser cultivados en el sur del España, trigo capaz de resistir la sequía, hortícolas y frutales que resisten mejor las plagas para que podamos tener más frutas y verduras a mejores precios… Estos y muchos otros ejemplos sirven para entender la importancia que tiene la obtención vegetal en la vida de gente”.

Los asambleístas de ANOVE concluyeron su reunión anual reiterando su compromiso con la agricultura española, a través de la investigación y en cinco líneas de acción prioritarias para los obtentores vegetales: la mejora de la oferta que se pone al alcance de los consumidores finales, el cuidado y la protección del entorno medioambiental, el incremento de la productividad, la reducción de los costes productivos de los agricultores y la cooperación en la resolución de problemas como enfermedades, plagas, escasez de agua u otras limitaciones del entorno.

La Asamblea concluyó con una conferencia titulada “Comunicar la innovación” a cargo de Silvia Leal, especialista en innovación genética, liderazgo y transformación digital.

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