El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, da por finiquitado el trasvase del Ebro porque «por no hacer, Rajoy no hará ni trasvases», aunque ha añadido que no le da «tranquilidad» la oposición al mismo del PP aragonés por el peso «insignificante» que tiene en Madrid.
El trasvase del Ebro ha vuelto hoy al hemiciclo en el pleno de las Cortes pese a que la comparecencia de Lambán había sido solicitada por Podemos para informar sobre la posición del Gobierno aragonés respecto al Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro, cuya revisión, el año que viene, contará con el apoyo del PSOE en la inscripción de la reserva hídrica y que las restituciones territoriales se hagan en tiempo y de forma rigurosa.
Todos los grupos parlamentarios, salvo Cs, han rechazado expresamente en sus intervenciones el trasvase, incluido el denominado por Podemos «2.0» que se basa en la compraventa de derechos concesionales de agua y que permite su mercantilización en el actual Plan Hidrológico Nacional, según el diputado de esta formación Nacho Escartín.
el Gobierno de Aragón combatió «por tierra, mar y aire» el único apunte de trasvase 2.0 que planteaba el plan de las cuencas interiores de Cataluña
El diputado de Podemos ha indicado que en el panorama nacional PP y Cs hablan de conexiones entre cuencas y de agua que se pierde en vez de trasvases y de calidad y ha pedido a Lambán que «impugne» esta mercantilización del agua y sea «igual de rotundo y beligerante» que el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, frente a la amenaza del trasvase 2.0.
Lambán, quien ha apuntado que su partido tiene «incluso más pedigrí antitrasvasista» que Podemos, ha recordado que el Gobierno de Aragón combatió «por tierra, mar y aire» el único apunte de trasvase 2.0 que planteaba el plan de las cuencas interiores de Cataluña y ante el que se opusieron «todos los grupos de la Cámara», incluido el PP que, al principio, «no reconocía la existencia del riesgo».
Por ello, ha dicho a Escartín que puede tener «todas las dudas» sobre la posición del «Gobierno de España, el PP en Levante y Cs», pero que en Aragón «el debate del trasvase está absolutamente cerrado».
el próximo 12 de marzo se reunirá la Comisión de Seguimiento del Pacto del Agua
Aunque ha advertido que su ejecución también dependerá de la fuerza que tengan en el Gobierno central los grupos correligionarios, como el del PAR, y ha espetado al PP aragonés que su peso «insignificante» ante lo que pueda hacer Madrid no le da «ninguna tranquilidad».
Ha recordado además Lambán que el próximo 12 de marzo se reunirá, después de mucho tiempo, la Comisión de Seguimiento del Pacto del Agua, donde defenderá posiciones distintas a Podemos en relación con las grandes obras del Pacto del Agua pero «contundentes en la radical oposición al trasvase del Ebro».
El presidente ha querido tranquilizar además a su socio de gobierno, CHA, cuyo portavoz, Gregorio Briz, había considerado en su intervención que Lambán sería «coherente» contra la mercantilización y venta de agua y había recordado las diferencias que les separan en cuanto a obras recogidas en el Pacto del Agua como el recrecimiento de Yesa o Biscarrués.
Briz ha expresado además su «preocupación» porque Cs pueda ser «llave del futuro gobierno y les ha pedido que sean «consecuentes» porque el Estatuto de Autonomía de Aragón establece competencias y, entre ellas, las del agua.
Un aspecto en el que ha insistido también el portavoz del PAR, Arturo Aliaga, quien ha apuntado que en virtud de lo que recoge el Estatuto y las competencias del Gobierno de Aragón que «blindan» cualquier trasvase, al que su partido se opone en cualquier forma, nadie se «atreverá» a plantearlo.
Desde IU, Patricia Luquin ha insistido en la importancia de que el Gobierno de Aragón deje claro que el agua «es un bien público» en un debate acerca de la venta de los derechos concesionales que la considera «un privilegio» con el que se hace negocio.
La portavoz de Cs, Susana Gaspar, ha criticado que se hablara de trasvase en el debate y no del Plan de la Cuenca del Ebro, como pedía la comparecencia, y ha acusado a Podemos de «demagogia» y de haber caído en «los juegos de la vieja política» al usar el agua como debate «maniqueo» que no logra avanzar ni solucionar los problemas.
Ha recordado así a Escartín que existen en Aragón «sequía y restricciones de agua» y ha apuntado que CS defiende que se afronte el problema de la sequía invirtiendo en sistemas de retención y reutilización del agua, la modernización de los sistemas de depuración y la modernización de regadíos.
Por su parte, el portavoz popular, Luis María Beamonte, ha afirmado que su grupo «va a estar en contra del trasvase del Ebro», aunque ha dado por finiquitada la posibilidad de que lo haya, y ha defendido una política «rigurosa del agua» que responda a criterios de sostenibilidad y que genere oportunidades