La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Isabel García Tejerina, ha garantizado este lunes 22 ayudas y un año de prórroga para adaptar la maquinaria de esparcir los purines a la nueva normativa para el abonado con purines a las que obliga la normativa comunitario para reducir las emisiones de amoniaco y otros gases.

Con las nuevas modificaciones, no puede hacerse el abonado orgánico con sistemas de plato o abanico ni cañones, lo que exigirá nuevos dispositivos que permitan depositar los purines a corta distancia de la tierra, lo que ha provocado el enfado de todo el sector.

Asimismo, los estiércoles deberán enterrarse también en el menor tiempo posible para reducir la emisión de gases a la atmósfera.

La ministra prevé durante el primer año prevé excepciones que deberán regular las comunidades autónomas

Ante estas nuevas exigencias, la ministra ha afirmado que su departamento «va a sacar una convocatoria de ayudas para cambiar la manera de esparcir los purines» ya que España supera los niveles de amoniaco «en una cantidad importante y más del 90 por ciento procede del sector agrario».

Según Tejerina, el objetivo es contar con un sector agrario comprometido con el medio ambiente que haga las mejores prácticas y que pueda seguir creciendo para que, al contrario de lo que ha pasado en Holanda, no haya que sacrificar vacas por cuestiones medioambientales.

La regulación, que va a ir acompañada de una línea de ayudas, prevé durante el primer año prevé excepciones que deberán regular las comunidades autónomas», ha afirmado la ministra, para quien lo importante es que el sector primario pueda seguir creciendo con prácticas más sostenibles.

Tejerina ha hecho estas declaraciones después de participar en la celebración del 50 aniversario de Central Lechera Asturiana, acto que se ha celebrado en su factoría asturiana de Granda, cerca de Oviedo, con la presencia del rey Felipe.

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