La polémica ya estaba servida hace unas semanas, cuando el Consejo Regulador parecía que prohibiría el crecimiento de producciones de cava de comunidades autónomas como la Valenciana o Extremadura, con un gran potencial. La resolución, que debía estar antes publicada antes del 15 de diciembre, parece ser que se va a retrasar a pocos días antes del 31 de diciembre, quizá condicionado por las elecciones catalanas, o quizá no.
UPA UCE Extremadura ha pedido ya una reunión con Isabel García Tejerina para mostrarle su desacuerdo. Esta organización considera que no hay suficiente justificación para limitar la implantación de nuevas autorizaciones de plantación en la subzona de Almendralejo,
acogida a la D.O. Cava.
Por una lado, aunque en 2017 se produjo un incremento en la superficie global de viñedo acogido a la D.O., teniendo como referencia una serie de varios años, no ve que exista ni un aumento de la superficie ni un período de tiempo suficiente como para prohibir la inscripción de nuevas plantaciones durante los próximos tres años, cuando incluso la
producción de uva ha descendido durante los últimos años.
LA relación entre la superficie cultivada de viña con variedades aptas para cava y la superficie total de viñedo es de sólo 5,5%
Por otro lado, se reconoce en el estudio del Consejo Regulador, un crecimiento de la producción motivado por la combinación del componente extensivo (aumento de la superficie registrada en la DO Cava) y el componente intensivo (aumento de rendimiento). Sin embargo, en las recomendaciones se opta solamente por actuar limitando la superficie
registrada (componente extensivo).
En este sentido, desde UPA-UCE, consideran conveniente actuar sobre la determinación de un rendimiento máximo a amparar en cada campaña, es decir, regular ese componente de tipo intensivo de manera coyuntural, adoptada en cada campaña, pero manteniendo la posibilidad de aumentar la superficie planta de viñedo.
Otro aspecto que la organización señala como relevante es la relación entre la superficie cultivada de viña con variedades aptas para elaborar cava y la superficie total de viñedo a es del 5,5% en Almendralejo, una relación mucho más baja que la existente en otros municipios del territorio de la D.O, en algunos de los cuales se llega a alcanzar el 75%.
Además, la prohibición de inscripción de nuevas superficies de viñedo supondría, en la subzona de Almendralejo, tener que ir a abastecerse de vino base a otras zonas de la DO Cava, lo cual, dada su lejanía, supondría un grave perjuicio económico que comprometería sus posibilidades de expansión y en algunos casos su rentabilidad.
Asimismo, desde UPA UCE insisten en que «hay que tener en cuenta el importante aumento en las ventas de cava de Almendralejo», habiéndose multiplicado por diez en los últimos llegando y llegando a la cifra 4,5 millones de botellas en este 2017.
Por todo ello, «cualquier limitación o prohibición que se hiciera en la superficie de viñedos en la subzona de Almendralejo, limitaría la posibilidad de vino base para elaborar más cava y por tanto su actividad comercial, lo que impediría un crecimiento comercial que puede ser importante en Extremadura, y que afectaría muy negativamente a las expectativas de los
viticultores, en un escenario de gran variabilidad de las producciones marcada sobre todo por la climatología y en un contexto de pérdida de potencial vitícola y con la imposibilidad de transferir derechos/autorizaciones entre particulares. «