La cuarta parte de las explotaciones de ovino de leche en España ve peligrar su supervivencia en 2018. El motivo: las fuertes presiones que grandes industrias lácteas están trasladando a los ganaderos. Tanto los precios que están ofreciendo estas empresas a los productores, como las condiciones de los contratos ponen, según ha denunciado la organización ganadera UPA, en «serio riesgo de desaparición» a muchas explotaciones. De hecho, en el último año ya han echado el cierre en España casi 170 granjas de ovino lácteo, de las 6.500 explotaciones que hay en nuestro país.
Por ello, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha mostrado su gran preocupación por la situación precaria que atraviesan las explotaciones de ovino de leche. Numerosos afiliados de esta organización han trasladado su malestar por las presiones de algunas industrias lácteas, tanto en precios como en condiciones de los contratos para 2018.
La UPA advierte de que las primeras ofertas que están llegando para los contratos del año próximo son “realmente preocupantes”
La situación afecta a toda España, según han explicado desde UPA, pero es especialmente grave en Castilla-La Mancha y en Castilla y León. Algunas industrias estarían dejando caer la amenaza de dejar de recoger la leche de granjas situadas en zonas más apartadas, lo que es, a juicio de esta organización, una “discriminación intolerable”.
A pesar de que los precios de la leche de oveja en origen continúan “estables dentro de la gravedad”, según UPA, las primeras ofertas que están llegando para los contratos del año próximo son “realmente preocupantes” y no permitirán revertir la tendencia de cierre de explotaciones que, entre septiembre de 2016 y de 2017, ha llevado a abandonar sus explotaciones a 167 ganaderos y ganaderas en toda España, “dato dramático”, en opinión de UPA.
UPA cree que nada justifica este comportamiento de algunas grandes empresas, que además podrían provocar un “efecto imitación” de otras industrias, ya que la situación general del mercado lácteo es de precios al alza para las producciones de vaca y cabra y con cotizaciones firmes de los principales productos industriales, especialmente de la grasa.
Por otra parte, UPA ha señalado que la gran distribución está volviendo a banalizar el queso puro de oveja, con ofertas reiteradas a 5,50 ó 6 euros por kilo, en un producto de alto valor añadido, que de esta manera está perdiendo posicionamiento y valor ante los consumidores.
La organización de ganaderos ha instado a la industria láctea a “actuar responsablemente” y pagar un precio justo por la leche de oveja y ha requerido al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que tome conciencia de este problema y actúe para impedir que sigan cerrando más explotaciones de ovino de leche.