La decision nde EEUU de imponer un derecho arancelario compensatorio provisional del 4,47% a las importaciones de aceituna negra española, no solo deja muy tocado a este sector, sin que abre la puerta a que el Gobierno de Trump pueda frenar imponiendo aranceles todas las importaciones agroalimentarias europeas que reciban una ayuda de la PAC.

Las autoridades estadounidenses consideran que las ayudas recibidas por los productores bajo la Política Agraria Comunitaria (PAC) constituyen subvenciones sujetas a medidas compensatorias que perjudican a sus competidores estadounidenses, por lo que el nuevo arancel a la aceituna se podría extender a todos los productos agroalimentarios y cerrar unas fronteras a sus importaciones europeas.

70 millones de euros en posibles pérdidas, 8.000 empleos en peligro y 300 empresas afectadas solo en Andalucía

Como explica  Antonio de Mora, secretario general de Asemsa,  ha señalado que «más allá de nuestro desacuerdo, nuestra preocupación pasa también por la falta de proporcionalidad de que está adoleciendo la investigación del Departamento de Comercio. La carga impuesta por el Departamento de Comercio a las empresas seleccionadas en la investigación y sus proveedores de aceituna en los últimos meses está excediendo el límite de lo razonable. Este proceso amenaza con poner en cuestión de forma injusta y arbitraria la totalidad de los programas europeos de apoyo a la agricultura, afectando gravemente a todos los beneficiarios de subvenciones de la PAC, desde los agricultores de trigo en Francia hasta los productores de leche polacos».

Estas medidas nos hacen menos competitivos frente a otros países productores como Egipto, Marruecos y Turquía, que no se verán afectados por estas medidas y podrán ganar posiciones en el mercado.

Por su parte, el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro,que ha recordado que esta decisión de EEUU pone en peligro un sector que está compuesto por casi 300 empresas y unos 8.000 empleos, con un volumen de exportaciones de Andalucía a Estados Unidos de 70 millones de euros, ha reiterado que las ayudas que recibe el sector de la aceituna negra de mesa son “completamente legales”, de ahí que la imposición de aranceles extraordinarios es “una absoluta injusticia”.

Así se lo ha transmitido a Carlos Camacho, presidente de la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) y de la compañía Aceitunas Camacho, en la reunión mantenida este mismo miércoles 22 para analizar la situación del sector y en la que también le ha hecho llegar el “respaldo expreso” de la Junta de Andalucía en un litigio que no se resolverá por completo hasta el próximo mes de julio.

Sánchez Haro ha detallado que ahora se van a analizar las medidas tomadas por EEUU y sus posibles consecuencias “de forma coordinada entre la Junta, el Gobierno de España, la Comisión Europea y el propio sector”. Estas medidas no son todavía definitivas (aunque las empresas tendrán que afrontar estos sobrecostes ya desde la semana que viene), por lo que “todavía hay margen de maniobra”. A su juicio, si bien los aranceles aplicados no son elevados, “prejuzgan la cuestión y podrían estar poniendo en entredicho el sistema europeo de ayudas”, con lo que estaría en entredicho la propia Política Agraria Común (PAC) comunitaria.

La preocupación es tanta que hasta el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, ha afirmado hoy que el Gobierno «va a pelear en las próximas semanas» contra este arancel, porque «las ayudas que se están dando al sector de la aceituna son perfectamente compatibles con la política agrícola común y con las del comercio internacional».

El arancel impuesto es «pequeño», ha admitido, aunque el Gobierno cree que «no debe existir» porque «no hay motivación por parte de las autoridades americanas para establecer ningún tipo de penalización sobre las exportaciones españolas de aceituna».

Enfado y preocupación en las organizaciones agrarias, que piden medidas inmediatas para frenar estos aranceles

En el sector de la aceituna, y por extensión del aceite de oliva, el enfado es patente, como su preocupación por cómo puede afectar de cara al futuro. Así, ASAJA-Sevilla ha instado al Gobierno de España y a la Comisión Europea a denunciar la imposición de este gravamen adicional ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).

A juicio de ASAJA-Sevilla la imposición de este arancel extraordinario es arbitraria y burla todas las normas del comercio internacional, puesto que la aceituna de mesa española está sujeta a los mismos parámetros que el resto de aceitunas de la Unión Europea y no cuenta con una ayuda específica al producto, ni al precio, ni a la exportación, por lo que el procedimiento antidumping y antisubvención iniciado en EE.UU. carece de base.

Así se lo ha trasladado ASAJA-Sevilla al Gobierno de España y a la Comisaria de Comercio de la Unión Europea, Cecilia Malmström, con quien esta organización mantuvo un encuentro el pasado octubre en  el que le instó a defender con mayor contundencia la aceituna negra española y el resto de producciones agrarias europeas amenazadas por el giro proteccionista que ha dado la política comercial de EE.UU, un giro que puede volverse en su contra como un “boomerang”.

Un problema que no solo asusta en Andalucía, ya que el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas, ha considerado una «barbaridad» y un «ataque frontal» a la UE los aranceles de EE.UU. a la aceituna española y ha advertido de que lo más grave es que «puede abrir la espita al resto de los productos agrícolas» que se exporten a ese país.

En declaraciones a Efe, Huertas ha considerado que estas medidas arancelarias cautelares son «totalmente injustas» y se sitúan al margen de las reglas generales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

A su juicio, «no responden a ningún criterio objetivo» y sólo buscan aplicar ese modelo «proteccionista» de Trump que ataca la esencia de la Política Agraria Comunitaria (PAC), cuyas ayudas están autorizadas por la OMC igual que las americanas.

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