Unas 3.000 personas han recorrido las calles de Santiago contra el abandono del rural, para dejar claro, como señalaba la panarta de abecera, que ellos no son el problema sino la solución. Los tractores han vuelto a la ciudad para encabezar la protesta, un SOS desesperado del campo gallego ante la situación de extrema sequía, los incendios forestales, los bajos precios de la leche. Un panorama desolador para cientos de explotaciones que ven cómo cada día es más difícil sobrevivir en el rural mientras la Xunta promete ayudas que no acaban de llegar.
Asimismo, la protesta se centró en denunciar el «abandono» del rural por parte de la Xunta, a la que acusan de centrar en sus políticas en «titulares de prensa» con anuncios de ayudas «que después no llegan» a los agricultores y ganaderos.
La marcha por las calles de la capital gallega ha partido pasadas las 12 de la mañana de la Alameda compostelana, donde se han concentrado varios cientos de personas, entre ellas, representantes del PSdeG-PSOE, como su secretario xeral, Gonzalo Caballero; el portavoz parlamentario, Xoaquín Fernández Leiceaga; o el presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos.
La protesta de UUAA tomó las calles para dejar claro su enfado con las políticas de la Xunta en materia de ayudas rural
Al inicio de la manifestación, que ha sido encabezada por cuatro tractores; el secretario general de Unións, Roberto García, denunció «la falta de respuesta» del Gobierno gallego a cuestiones como el problema de los incendios o el envejecimiento y la despoblación que sufre el rural gallego.
Un medio rural abandonado, sin servicios, cada vez más despoblado y sin garantías de futuro. Han pedido la dimisión de la conselleira de medio rural por la falta de medidas para frenar la crisis que sufren ganaderos y agricultores.
Roberto García ha manifestado que la promesa lanzada por Feijóo al inicio de su actual mandato de que ésta sería «la legislatura del rural» se ha traducido en que se persigue a través de inspecciones la cesión a hijos de los derechos de las fincas o la colaboración familiar en la recogida de la uva o la patata.
Además, ha puesto el foco en que «más de la mitad» de los titulares de explotaciones ganaderas o agrícolas en Galicia tienen «más de 55 años». A continuación, ha resaltado que «el desmantelamiento de los servicios públicos» como consecuencia de la crisis pone muy cuesta arriba la incorporación de los jóvenes al rural, ya que, quien decida dar el paso, debe «asumir ser un ciudadano de segunda».
En cuanto a la problemática de los incendios forestales, el líder sindical ha expresado que «la mejor forma de combatir el fuego es incentivar la actividad en el medio rural». «Donde no hay agricultores y ganaderos, que son cortafuegos naturales, y cuando se combina con fenómenos climatológicos como los que vivimos, se ponen en riesgo los núcleos de población».
Así las cosas, ha apuntado que los incendios «no son solo un problema de ordenación, es un problema de actividad». «La prevención que hacen los ganaderos y agricultores con los pastos no solo es más barata que la que hacen las máquinas, sino que permite dar vida económica y frenar los incendios», ha remarcado.